Huellas Del Pasado - (Shawmila, La Historia) Vol. III

Sept.30.21/Te Quiero Cerca

Camila POV

Septiembre 30, 2021

Mi Rey: ~Oye, sólo quería decirte que están pasando un montón de cosas en este momento. Voy a quedarme aquí un par de días más, pero te deseo la mejor de las suertes con tu equipo, xo~

Siento un alfiler incrustarse en mi pecho cada vez más profundo mientras leo su críptico mensaje, tan carente de... afecto.

¿Qué es esto? ¿Una despedida?

"Te deseo lo mejor..." Ni siquiera un "perdón por no estar contigo como te lo prometí", o "lo siento, mi Reina, esto se me salió de las manos, pero volveré en cuanto antes. Te extraño, te amo".

Yo le hubiera dicho eso y más.

Tiene que ser una broma. Algo más debe estarle pasando, pero como siempre tengo que rogarle para que me cuente sus problemas, no lo voy hacer en esta ocasión.

Honestamente... ¿A quién quiero engañar? Siempre acabo haciéndolo de una forma u otra...

- ¡Joder con los hombres! Jesús...- Gruño, cansada, tirando mi teléfono sobre el tocador frente a mí, y haciendo caer un montón de productos de maquillaje que no me pertenecen. Miro a Patrick con mucha vergüenza.- Lo siento.

- No te preocupes, mi amor. Y no te estreses, te saldrán arrugas.- Susurra a mi oído, acariciando mi cabello con delicadeza.

- Las arrugas son lo de menos, ¿qué hay sobre mi corazón? ¡¿Eso no importa?!- Exclamo enojada hacia él, aunque tengo clarísimo que no podrá ayudarme.

- Sí importa, pero tu felicidad no puede depender de una sola persona, cariño.- Dice Dimitri, al oír nuestra conversación cuando entraba hasta aquí, arrastrando su maleta detrás de él. Se acerca a abrazarnos rápidamente.- ¿Cómo van?

- Ya terminé, la tienes libre para ti solo.- Patrick analiza su trabajo, mirándome una última vez al espejo antes de retirarse hacia el sofá para descansar.

Le doy las gracias y quedo en manos de Dim, que primero me da un masaje tranquilizador en mis hombros, diciéndome que todo saldrá bien y que me concentre en las cosas buenas que tengo a mi alcance, no en lo que no está.

Pero ojalá fuera tan fácil...

- ¡Hola, gente! ¿Y Shawn?- Mamá tampoco me ayuda al mencionarlo cuando entra corriendo a la habitación, con una sonrisa en la cara.

- No lo sé, ¿tú lo has visto? Porque si es así dímelo, también se me perdió.- Resoplo, hundiéndome en mi silla, aunque después me arrepiento por cómo le hablé.

- ¡Rayos! Tú suenas peor, mijita.- Murmura preocupada.

Ruedo los ojos mientras me entrega una bolsa llena de medicamentos de toda clase como si eso me fuera a desaparecer la molesta sinusitis que tengo justo antes de salir a cantar.

Hablemos de un día peor y este...

Le hago caso, tomando un descongestionante para mi pobre nariz, atacada por una ligera alergia desde ayer que poco me dejó dormir, así como la ausencia de mi novio desde hace dos días. Tres con este, y parece que ese número aumentará.

¿Por qué me mantiene alejada últimamente? Uno o dos mensajes al día y ya está. Ni siquiera me llama y solo coge el teléfono cuando yo le llamo, diciendo que todo va bien, que solo está muy ocupado trabajando al norte del estado de Nueva York. No está muy lejos de mí, pero lo parece.

Es como... Ugh, lo que sea. Vamos a olvidarnos de él por hoy.

Mamá se ríe cuando le suplico que no me hable de absolutamente nada sobre él, porque en los siguientes cinco minutos ya estoy de vuelta en mi teléfono, tratando de localizarlo, respondiendo el mensaje que había dejado en visto.