Mayo.2.22/Desearía Olvidarte

27 3 0
                                    

Camila POV

Mayo 2, 2022

Hemos terminado, ¿verdad?

- Sí...

Sólo necesitaba sus aprobaciones para escapar de todas y cada una de las almas en esta habitación para esconderme en el baño del pasillo por un momento antes de aparecer en la alfombra de la Met Gala, porque... ¡maldita sea, estoy jodidamente ansiosa!

¿Por qué acepté venir aquí? ¿Por qué me puse estas estúpidas uñas que ni siquiera me permiten apretar los puños con la rabia que siento creciendo a flor de piel? ¿Por qué deseo ver a mi ex si es... mi ex? Han sido meses, ¡¿qué me pasa, Dios mío?! ¿Por qué no me dejas olvidarlo?

- Camila...- Por un segundo, confundí la voz de Dimitri con la de Shawn, cuando es totalmente ridículo siquiera pensarlo.

¿Él va a estar aquí, de todos modos? ¿Va a hablar conmigo si tenemos la oportunidad de encontrarnos cara a cara de nuevo? ¿La gente me va a hacer más preguntas sobre nosotros cuando ni siquiera quiero hablar de esa mierda con mis mejores amigas? ¿Nos van a fotografiar para que luego me obsesione con las fotos a solas en mi habitación mientras como galletas extra dulces hasta querer vomitar? Sé que no debería potenciar ese hábito en este estado de ánimo, pero... mi vida personal va realmente cuesta abajo a cada minuto desde que él se ha ido...

- ¡Camila!- Los golpes en la puerta me vuelven loca, y tristemente arruino el duro trabajo de Dimitri destruyendo mi peinado.

Mi tocado de flores cae al suelo y lo recojo antes de tomar respiraciones profundas, una tras otra, hasta que ya no tengo ganas de llorar. Abro la puerta despacio y veo a Dim por la rendija, con cara de preocupación.

- Solo dilo y podremos irnos a casa, C.- Susurra, adivinando un poco lo que pasa por mi mente.

- No me voy a ir, ¿ok?- Sonrío, luchando por tener una pizca de emoción positiva en mí.

Le ruego con una mirada que no diga nada más, a menos que quiera que me encienda en una ardiente rabia incontrolable. Me palmea la espalda gentilmente, guiándome hasta la habitación donde me arregla el cabello con rapidez antes de recoger el resto de sus cosas, y yo me distraigo posando para algunas cámaras detallando todo mi atuendo.

- Luces muy hermosa, mijita.- Dice papá cuando mamá lo pone al teléfono.

- Gracias.- Finjo una sonrisa para él, que me mira por la pantalla sin tener idea de que estoy sufriendo por amor... aún. Como siempre.

Pásala bien, ¿ok?

- Lo haré lo mejor que pueda, chicos.- Me encojo de hombros. Le doy un sorbo a mi ya fría taza de té y se la devuelvo a mamá enseguida, sintiéndome terrible.

- Todo va a salir genial, no te preocupes.- Ella susurra, dejando un dulce beso en mi mejilla que hace que todo parezca genial, como acaba de decir.

Pero toda esa breve paz desaparece en el instante en que salgo camino a los elevadores y me topo con un pelirrojo evidentemente perdido, que en otras circunstancias me habría levantado en brazos, girando en círculos, mareándome y haciéndome reír igualmente.

Hoy... sólo quiero que el mundo desaparezca. Si él está aquí, entonces... Eso le pone fin a cualquier duda que tuve.

¡Mila! Te ves tan asombrosa como siempre, ¿cómo estás?- Se me acerca educado, con su gran sonrisa infantil, y no puedo evitar corresponderle con algo de emoción su pequeño abrazo de oso.

- Estoy muy muy bien, amigo mío. ¿Y tú? ¿Cómo está Meg?

- Oh, ella está absolutamente bien. Trabajando en su pequeña empresa y así...- Trata de charlar, deteniéndose un momento para saludar también a mi madre, que nos deja tener nuestra pequeña reunión.

- Bueno... entrégale mi amor y buenos deseos, ¿quieres?

- Sí, por supuesto.- Su grande sonrisa es difícil de no imitar, y termino dándole otro abrazo, como si fuera el último que le daré.- Bien... Espero que la pases excelente esta noche. Desde luego vas a hipnotizar a todo el mundo ahí fuera, mujer.- Él me guiña el ojo con su usual coquetería y juro que estoy sonrojada debajo de este maquillaje.

- Cuídate, Brian.- Me despido, viéndolo agitar sus manos hacia mí antes de tomar uno de los elevadores que se dirigen hacia arriba.

Eso no llevó demasiado tiempo, pero me dejó completamente devastada mientras entraba en mi propio elevador, deseando que subiera y no que bajara hasta la recepción del hotel. Mi corazón, que estaba adormecido antes de este encuentro, empieza a latir más rápido antes de enfrentarme a los paparazzi y fotógrafos pagados para este evento. Pongo mi mejor cara, intentando recordar divertirme mientras pueda, porque más tarde... apuesto a que lloraré otra ronda de lágrimas, por mucho que haya intentado levantar mis muros durante este doloroso periodo.

Me subo a la Van estacionada con unos cuantos artistas más, que no siento que están realmente allí, recordando claramente la última vez que no estuve sola en esto, y echando jodidamente de menos esa compañía ahora. Tomar las manos de los asistentes para ayudarme a llegar a salvo a la alfombra en vez de tomar las de él me deprime el alma.

Estaba demasiado apegada a la protección y cuidados que él me mostraba cada vez, y ahora no tengo nada de eso. ¿Por qué no me quedé en casa? ¿Por qué me estoy haciendo sufrir así?

Porque la vida sigue, Camila.

Lo que estaba tan claro se convierte en un borrón para mis ojos, y no por los flashes de las cámaras y las lámparas de araña que cuelgan por el lugar, sino por mi cabeza mareada. Hago lo que tengo que hacer, poniendo en práctica mis escasas dotes de actriz, retrocediendo justo después de dar entrevistas para aislarme en un rincón con algunos conocidos, casi escondiéndome a propósito por si acaso puedo verlo caminar también por la alfombra. Y demonios que sí lo hice.

Lo miro embelesada en silencio, abriendo mucho los ojos para absorber todo lo que pueda de su mágica presencia. Quiero decir... se ve de tan buen aspecto, como un príncipe robado de un cuento de hadas... Él ya no es mi hombre, yo no debería actuar así, pero no puedo evitarlo. Fue mío una vez, es todo lo que puedo usar como excusa para seguir mirándolo, sonriendo tan feliz como no lo he visto en mucho tiempo.

Temo que esta sea la última vez que mi corazón salte de emoción cuando él se cruce en mi camino.

Temo que esta sea la última vez que mi corazón salte de emoción cuando él se cruce en mi camino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Huellas Del Pasado - (Shawmila, La Historia) Vol. IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora