𝑂𝑗𝑜𝑠 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠

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Tú eres una muchacha muy bella, muy joven como para estar en estas... Mira, te propongo algo Marce, vente conmigo para Cali y ahí inicias tu vida, te pones a estudiar yo te colaboro hasta que seas una profesional... Yo te ayudo en lo que desees, tú tienes un mundo por delante, apenas tienes veinte años...

Ay, Armando... Todo lo que usted me dice suena muy, pero muy bonito, pero es que a mí me falta es fuerza de voluntad, me faltan ganas de querer todo eso que usted me propone... ¿Sabe yo por qué estoy en esta situación?... Por no conformarme cuando ya lo tenía todo, por siempre querer tener más y más... Y más... La ambición me hizo perder todo lo que amaba, entre esas cosas esta mi mamá...- Entre sollozos las palabras arrastradas de la pelinegra a duras penas lograban salir, la falta de descanso la borrachera que cargaba encima y el dolor de cabeza que tenía la estaban empezando a matar.-

Fuerza de voluntad... A ver Marcela, antes que nada deja esa botella, ya estás muy ebria para que sigas... Ahora sí, explícame por qué dices que perdiste todo y a tu mamá, explícame por favor.

Pues... Como usted sabe yo viaje con Patricia para Cali buscando un futuro mejor, mejor dicho... Buscaba un narcotraficante que pudiera darme una estabilidad económica que obviamente no tenia en Bogotá... Ella me presento a un hombre y ese tipo se enamoró de mí de inmediato...- Esbozo una sonrisa y negó ligeramente para después darle un suave golpe a la mesa donde se encontraba sentada frente a Armando, uno de los tantos amigos que Patricia tenía, uno donde habían tenido posada  en Cali durante sus días de andanzas.- Y bueno... Yo fingía quererlo, amarlo, me portaba como una buena mujer... Pero la verdad ese tipo no me provocaba nada, pero me daba todo lo que siempre había soñado, lujos, dinero y tener el guardarropas lleno, así que no tenía tanto conflicto con fingir... Yo planeaba entregar a Mario a la policía para quedarme con todo y no tener que saber más de ese imbécil, pero la infeliz de Patricia le contó todo porque supuestamente yo fui una mala amiga y nunca le di nada... Ella se fue para Bogotá y no contenta con que Mario me tirara a la calle por querer delatarlo se metió con mi novio... Se quedó con mi novio y con mi dinero... Patricia entregó a Mario y se quedó con su fortuna, se quedó con Juan Manuel, y yo... Y yo estoy aquí arrepentida de haber tomado esa vida llena perdición porque lo único que estaba haciendo era matar mi alma acostándome con esos tipos, pero aquí estoy con las manos vacías y contándole a usted la porquería de vida que he llevado... A usted que parece ser la única salvación que tengo en este momento porque todo el mundo me dio la espalda...

-Cada palabra que salía de esos labios le sorprendían cada vez más, se imaginó, pero nunca llegó a imaginar en todo lo que aquella mujer la cual conoció una tarde de marzo y lo embrujó dejándolo enamorado con esa sonrisa maravillosa y mirada brillante, tuviese un pasado tan bochornoso, sus ojos brillantes estaban apagados, su voz estaba llevada por la ebriedad y por el cansancio que se presenciaba en las ojeras que tenía, entrelazó sus manos con las de la mujer que lo había enamorado desde el primer momento y le brindó una sonrisa repleta de calma, jamás la juzgaría y pretendía ayudarla sacarla de la perdición y llevarla al paraíso como tantas veces le había oído desear.-  ¿Y que pasó con tu mamá?... Marcela perdona mi imprudencia, pero yo quisiera saber si tú aún amas a Juan Manuel...

No, no... Yo no amo a Juan Manuel, yo lo dejé de amar desde el momento en que entré a este mundo... Los dos lo sabíamos, pero ninguno decía nada... Aunque me duele que se haya metido con Patricia a su vez siento que me quitó un peso de encima porque era otro al que fingía amar, yo lo ame mucho porque fue bueno conmigo, pero a decir verdad ese amor se esfumó rapidísimo...- Le dio un sorbo al café amargo que había traído la mesera del sitio y lanzó un suave suspiro preparándose mentalmente para seguir.- Pues... Mi mamá falleció, ella estaba enferma del corazón y estaba en el mejor hospital de Cali, pero... Pero yo no iba a verla por estar detrás del dinero y ella simplemente dejó de mejorar, mi mamá se murió y sé que fue mi culpa por ser una mala hija...- Una vez más las lágrimas brotaron y se refugió en los brazos de Armando los cuales la recibieron de inmediato en un cálido abrazo.-

Ay, Marcela... Marcela, Marcela... Lo siento muchísimo, pero si tú estás arrepentida de todo eso y deseas cambiar tu vida ven conmigo para Cali, ahí podrás ver que tu vida no está perdida, así podrás mejorar como persona, podrás empezar de cero y no estarás sola porque estaré ahí para tomar tu mano y apoyarte... Por favor Marcela, acepta venir conmigo y empecemos una nueva vida... Un verdadero paraíso...

-Las palabras no lograban salir del nudo indesatable que traía en la garganta, asintió y continuó desahogando todo lo que llevaba guardando en llanto y en sollozos desgarradores que le servían para aliviar su alma.

La cálida ciudad los recibió con un divino atardecer y unos ventarrones que refrescaban luego de un día caluroso como solía ser en la sucursal de la salsa, acompañada de Armando veía a través del auto aquella ciudad que tantas veces había recorrido en buenas y en malas circunstancias, pero ahora se sentía libre y sin cadenas amarradas en sus tobillos, su mirada viajaba por los edificios, los autos, el cielo recapitulando su nuevo comienzo en aquella bella ciudad que siempre estaba alegre y parecía espantar penas.
El apartamento de Armando siempre le había gustado, no solo por estar ubicado en una buena zona sino porque poseía una vista esplendorosa de la ciudad y de las montañas que rodeaban la ciudad, sin embargo, había una cosa que solo ella sabía y es que si Armando Mendoza no hubiese aparecido en Bogotá, quizás a esa misma hora estuviese muerta, de solo pensarlo un escalofrío recorrió su espalda y agradeció a dios por mandarle a ese ángel disfrazado de humano para ayudarla a tomar las riendas de su vida.

Con el pasar de los días se iba adaptando a visitar una psicóloga, desahogar todo el daño interno era bueno y podía sentir como la paz llenada de nuevo su alma, poco a poco se veía liberada de sus cadenas pues fue llamada por parte de la policía para dar unas cuantas declaraciones al estar involucrada en un mundo tan complejo como el del narcotrafico. Cada noche le agradecía a Armando todo lo que hacía por él, por apoyarla y ayudarla a mejorar, ya habían pasado tres meses y la mejoría en Marcela era más que evidente, de nuevo era aquella muchacha alegre y con ese brillo en la mirada que tanto le fascinaba, para Armando era casi que imposible ocultar sus sentimientos para con ella, pero aquellos bellos sentimientos y ganas de brindarle amor no tuvieron que ser desechados pues ella fue quien decidió dar un primer paso, específicamente un beso, un beso repleto de ternura y amor que le hablaba a Armando de lo que sentía por él, la ojiverde no sabía en qué instante el agradecimiento se había transformado en amor, pero no le desagradaba pues sabía que de todos los hombres que habían pasado por su vida Armando era el más sincero y el más puro de corazón que conocía.-

Jamás me cansare de darte las gracias por todo esto... Me salvaste la vida, Armando y eso te lo agradeceré por toda mi eternidad, no solo me has enseñado a valorar la vida, sino que me has enseñado a valorar a las personas, el amor que me pueden brindar y sobre todo a permitirme amar sin intereses... Jamás había pensado que terminaría enamorada de ti, pero me encanta estarlo porque jamás había sentido tantas cosas bonitas por una persona... Me complace ser tu esposa, tu compañera de vida... Te jure ante dios y te lo juro una vez más... Siempre estaré contigo, ya sea en las buenas o en las malas, no sería capaz de abandonarte mi amor, yo no veo una vida sin ti, sin tu amor...

Mi vida, yo siempre estuve enamorado de ti y esperar tanto por ti tuvo su recompensa... Sinceramente me alegra que seas la gran mujer que eres ahora, que hayas logrado sanar y ser una mejor persona, me siento orgulloso de ti, de poder decir que eres mi esposa, mi compañera de vida... Solo puedo decirte que te amo, te amo demasiado Marcela y sé que juntos lograremos cualquier cosa...- Besó la frente de su mujer y acarició su hombro desnudó para así mirar esos ojos brillantes que lo hipnotizaban, su caricia pasó de su hombro para tomar su mentón y conjurar sus palabras con un cálido beso del cual se hizo cargo la pasión tan intensa que sentían el uno por el otro, una vez más ambos estarían yendo juntos al paraíso, un paraíso que por fin sería permanente para Marcela.-

• Inspirado en la telenovela «Sin Senos No Hay Paraíso.»

𝑰𝒓𝒊𝒔𝒅𝒊𝒔𝒄𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora