Al regreso de Cipris al Olimpo encontró a Atenea en el mirador, observando fijamente a los mortales.
─¿Estás viendo al pescador ?─ el tono de voz de Cipris sonaba juguetón, sin embargo la mirada de Atenea era perdida.
─ Su nombre es Jerrome─ Atenea sonaba molesta.
─ Atenea no te centres en ese joven, te puedes obsesionar─ Cipris estaba francamente preocupada.
─ Sabes, ha tenido muchos problemas y a orado fervientemente mi ayuda, incluso mi presencia, y yo no tengo jurisdicción en la resolución de sus problemas, no cabe duda que somos unos inútiles, cada ámbito de la vida tiene un dios, ser monotemáticos nos convierte en inútiles- el tono de voz de Atenea era sumamente despectivo─ si tan solo pudiera verlo, estar a su lado, al menos lo reconfortaría, el apoyo moral es mejor que mi distancia, y la impotencia que siento.
─ Entonces ¿por qué no bajas y lo visitas? Me imagino qué el solo hecho de ver a la diosa a la cual le ora tan fervientemente le brindara esperanza.
─ Ni siquiera eso puedo hacer, tendría que bajar en forma de animal, ni el gran Zeus puede mostrarse personalmente a los mortales, ¿olvidas qué la última vez que bajó lo hizo en forma de toro blanco?─ la diosa se sentía pesarosa, pocas veces generaba apegos especiales, era distante y muy enfocada en sus deberes, convivía muy poco con los mismos dioses y sus creyentes eran solo eso, parte de sus deberes, su carácter era duró, es por ello que su malestar era más significativo, era genuino y profundo.─ Escúchame muy bien Cipris, nosotros los dioses somos una especie en peligro de extinción.─ de pronto vieron llegar a Iris llegar, batiendo sus hermosas alas que le servían para desplazarse entre los mundos.
─ Cipris que bueno que te encuentro, ya realicé tu encargo─ Iris sonreía de manera juguetona ─ ¿Qué sucedió?
─ Guardó el collar en una pequeña cajita, y me pidió que te comunicara que tenía que ir a Creta a apoyar a un primo en dificultades, pero qué te lleva en el corazón, y siempre te esperara─ Cipris no parecía entusiasmada con las palabras de Melancton.
─ No lo amas ¿verdad?─ Atenea se veía consternada.
─ No estoy segura, quiero aferrarme a él porque es una esperanza, es una salida a todo lo complicado que somos los dioses─ Atenea río fuertemente.
─ Te lo digo somos especie en extinción─ Cipris sonrió torcidamente, Iris frunció el ceño, no parecía muy conforme con las palabras de la diosa de la sabiduría.De pronto la mirada de Cipris se iluminó y corrió a su casa sin dar explicaciones a sus amigas, quienes corrieron tras de ella, al alcanzarla la encontraron con un pedazo de mármol en las manos, era un rectángulo blanco, no muy grande y de poco peso, fácil de manejar.
─ Ten, te lo regalo- extendió las manos hacia Atenea.
─ ¿Yo para qué quiero un pedazo de mármol? ─ la miró incrédula
─ Sucede que no es cualquier pedazo de mármol, es divino, el mortal tallara la figura del dios de su preferencia y el dios podrá hablar con el directamente, me lo dio Hera hace algún tiempo pero jamás encontré una razón de usarlo─ Atenea sonrió de manera luminosa, pero de pronto volvió a torcer la boca.─ Jerrome no es artesano, ni escultor.
─ Eso no importa, muestras su fe y sus pensamientos se concentren en un dios en específico, el mármol se esculpirá casi solo─ Atenea tomo el pedazo de mármol y lo apretó fuerte.─ ¿Acaso están locas? ¿Olvidan lo malos que son los mortales con las cosas mágicas? Pandora y su cajita, Paris y la manzana que le entregó a Afrodita ¿necesitan más pruebas?─ Iris se veía molesta.
─ Éste es solo un mármol inofensivo, no contiene las calamidades del universo, y nosotras no estamos locas como para prometer de premio a una mujer casada con un rey loco, además ni siquiera viene al caso eso- Cipris reprendió a Iris.
─ Cipris, ¿no crees que podría ser un buen regalo para Melancton?─ de pronto Atenea se afligió.
─Ya les mencioné hace poco mis sentimientos, además ya le da una joya, se volverá ambicioso si le regalo más cosas─ Atenea le sonrió y la abrazó conmovida por aquel gesto desinteresado.
─ Gracias─ la diosa de la sabiduría le entregó el objeto a Iris y la miró de manera suplicante, ella tomó el mármol.─ Esta bien yo se lo llevo y le doy las instrucciones, pero aclaro ustedes dos me deben muchos favores─ salieron al campo, Iris desplegó sus alas y se dirigió a la tierra.
BBJ
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Olimpo
FantasyCipris se encuentra en medio de una encrucijada, perdió sus recuerdos, victima de la envidia y la traición deberá enfrentar a los dioses del Olimpo para esclarecer que sucedió, y tomar una decisión: vivir en el Olimpo y ser una diosa, o ser un morta...