Olimpo

Hades

El viaje al inframundo era cansado y sinuoso, llegar ahí era todo un reto hasta para un dios, sin embargo la búsqueda de respuestas no tenía descanso incluso si al obtenerlas no le servían de mucho.

Al llegar al umbral de aquel temido lugar se observaba a cancerbero, el perro de tres cabezas que custodiaba la entrada al inframundo; al percibir su presencia gruñó ferozmente, Cipris se acercó sigilosamente y acaricio el pecho del animal, de inmediato se calmó y disfruto de las caricias de la diosa.

─ Siempre te ha sido fiel ese animal- la voz de Hades resonó a la distancia.

─ Quizá porque yo lo trato con cariño.

─ Vas a debilitarlo; debe ser una bestia de ataque y no una mascota─ Hades salió detrás de un pilar, al ver a Cipris la abrazó delicadamente; el no solía ser amoroso ni suave, sin embargo los años que estuvieron separados la extrañó fervientemente, ella había sido su primer amor , la única que lo había hablado, incluso grabó el nombre de Cipris en uno de los pilares del inframundo, las cosas no funcionaron bien, el orgullo, la soberbia; ellos eran una combinación explosiva, simplemente no podían estar juntos, y los años desgastaron el amor que se tenían.

─ ¿Qué te trae a éste mi humilde hogar?─ Hades estaba francamente intrigado.

─ Necesito tu opinión─ Cipris contó pausadamente lo acontecido, para qué el pudiera comprender y analizar cada detalle.

─ Zeus dice la verdad, es un blandengue, pero actúa a su conveniencia, y no le conviene perder a ninguno de sus dioses, porque crees que aún me tolera, si te borraba la memoria te perdía, además si él lo hubiera hecho nunca la hubieras recuperado.

─¿entonces crees que fue Demeheter? ─ Hades río a carcajadas, de una manera muy irónica.
─ La cuida ovejas no tiene esa facultad, hacer florecer el trigo es su mayor atributo.

─ Estoy más confundida que antes, si Zeus no fue y Demeheter tampoco, entonces ¿qué paso?─ a Cipris comenzó a dolerle la cabeza.

─ cuando un dios baja al mundo mortal en su forma "humana" pierde la memoria por un lapso de tiempo y cuando la recupera debe regresar al Olimpo.

─¿Me dices que todo fue automático, al momento que me desterraron y baje a la tierra perdí la memoria?
─ Bueno, eso solo sucede cuando el dios baja voluntariamente, en caso de destierro supongo que es mayor castigo el hecho de saber qué eres una deidad y estás condenado a vagar entre los mortales.

─ Hades solo me confundes más- la diosa comenzaba a molestarse.
─ Suena a que esto es algo voluntario, quizá tu bajaste con los mortales por tu propio pié, no necesitaste que nadie te desterrara.
- Eso no tiene sentido, ¿por qué abandonaría mi hogar, mis amigas, a...─ Cipris hizo una pausa, que demostraba lo culpable que se sentía, nunca había sentido amor desde que se alejó de Hades hasta que conoció a Sandros y ahora a Melancton, lo único que significaba era que el amor que alguna vez la unió al dios del inframundo se había desvanecido.
─ ¿al semidiós? Dilo con confianza, estoy consiente qué nuestros caminos se han separado Cipris- Hades era sincero aun deseaba a Cipris, después de todo era la diosa de la lujuria, la intimidad era magnífica, pero el amor se había esfumado.
─ ¿Sabes de la existencia de Sandros?
─ Ese niño es leyenda, además recuerda que su padre es mi amigo, sin mencionar que alguna vez que subí a rendir cuentas te vi con el─ Cipris se ruborizó de la vergüenza.
─ No sé qué decir, supongo que es todo lo que tenía que saber─ ella no sabía cómo retirarse sin ser grosera.
─ Entonces supongo que debes irte, a menos que quieras quedarte a hacer el amor─ ella le dedicó una mirada furiosa y un leve bramido─ no te molestes, era solo una idea- ella sonrió, lo abrazó y comenzó a caminar hacia la balsa que la regresaría al Olimpo.
─ Cipris ─ la diosa volteó a verlo- suena que las cosas no están bien, recuerda que pase lo que pase puedes contar conmigo, si lo necesitas puedes venir a vivir aquí─ Cipris sonrió y subió a la barca, mas confundida de cómo había llegado, pero no echaría en saco roto las palabras de Hades, no dudaría en bajar al inframundo si lo necesitaba.