— No habéis comentado nada sobre la orden de mi padre. —Ithilin aguardó por una respuesta, mas Findrien, en el piso inferior, no emitió sonido— El destierro de Tauriel ha sido, a mis ojos, injusto. Pensé que opinaríais lo...
— Incumplió la orden directa del rey.
La cabeza de Ithilin asomó bruscamente de las escaleras, encontrando al soldado impasible al final de las mismas.
— Vos también las incumplisteis. —dijo Ithilin, y él le alzó una ceja, retándola— Dos veces, cuando se os encomendó la tarea de regresarme al reino, y una segunda vez cuando... —se silenció ante su cambio de expresión. Findrien se mostró sinceramente destrozado— Y en ambas situaciones fue mi culpa. Lo lamento.
Antes de lograr ver su asombro al oír la disculpa, Ithilin regresó el cuerpo al interior de la habitación superior. La Ciudad del Lago se había convertido en el pasto de las llamas, en un paisaje de cenizas y cadáveres. Sin embargo, entre la muerte y el fuego, Ithilin rebuscaba restos de medicinas o alimentos. Cualquier cosa que pudiera llevar a la costa, entregar a las gentes que allí se refugiaban, mejoraría, por ínfimo que fuera, su deplorable estado.
Más de la mitad de los hogares se habían calcinado y, el resto, eran tan pobres que no alcanzaban a encontrar en ellos ni medio morral de existencias.
Ithilin levantó con facilidad uno de los estantes, rogando por encontrar un frasco intacto, de la decena derramada por la madera todavía en ascuas. Desgraciadamente, nada halló de valor en aquel hogar, como en la decena anterior. Justo cuando se predisponía a regresar al piso inferior, cargada con un nefasto saco de grano, un ruido sordo estalló. El morral cayó de sus manos mientras saltaba de tres en tres los escalones, aterrizando a una velocidad vertiginosa en el piso inferior.
— ¿¡Cuál es vuestro problema?!
El temor de Ithilin, de encontrarse con un enemigo, se esfumó al contemplar la escena. Sin embargo, la realidad quizás era aún peor. Findrien había empujado a Bardo contra los estantes, inmovilizándolo.
— Quitadme el cuchillo, ahora, u os aseguro que...
— Estaba entrando a hurtadillas. —explicó en dirección a Ithilin, quien todavía no lograba salir de su estupor.
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MEDUI MELETH ⎯⎯ ʙᴀʀᴅᴏ/ꜰɪʟɪ
Fanfic𝗵𝗼𝗯𝗯𝗶𝘁 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻 Una princesa, cuyos sueños habían sido invadidos por un hombre. Unas facciones desconocidas poseían su corazón, una premonición, él la aguardaba al otro lado del río, con el escaso tiempo que le restaba a su mortal...