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Alba- pero amor no es para tanto - oh diablos, yo y mi bendita boca, se detiene y puedo ver como un aura negro desprende de ella.
Aida- es una broma, ¿verdad? - me detengo y no sintiendo más "que la odio". Me giro soltando mi maleta y me acerco a ella y de la forma más calmada que puedo - ¿no es para tanto? No solo te burlas de mí, sino que juegas conmigo.
Alba- jugar? - entonces sentí esto escalando más de lo que me imaginé - Aída yo...
Aida- no lo entiendes, ¿verdad? - su mirada inexpresiva me desespera - no soy como tú, aún no estoy lista para gritarlo al mundo y tú te aprovechas de eso, y piensas que fue una broma inofensiva.
Alba- pero Aida... - aunque intento dar mis disculpas ella está tan enojada que no me deja hablar
Aida- no quiero hablar más - me giro por mi maleta, mi enojo es tal que si me sigue presionando, terminaré esto ahora mismo - será mejor que me calme
Alba- ¿y si mejor te quedas? - me aproximo y tomo su mano en un intento de que me escuche- podemos hablarlo adentro, con calma
Aida- no! - me suelto de su agarre con algo de brusquedad - no quiero verte más por esta noche - sigo caminando - espero de ti mañana una disculpa, piénsalo - sin decir más, subo al auto y este arranca, aguantando todo mi enojo.
Alba- ammmm - solo la veo marcharse en ese auto negro - no era para tanto - pense

Alba)
Entro el auto y lo llevo al parqueadero, y luego voy a mi apartamento, pero en mi mente no salen sus palabras, resuenan como eco en mi cabeza, como si no tuviera control de mi cuerpo, cuando reaccionó, estoy recostada en mi cama viendo al techo, pensando en lo que le hice, que en su momento fue una gran idea, una broma muy buena, pero para ella no, soy una completa idiota.

Aida)
Llegué a casa y mi madre me recibe con extrañeza. Después de todo, no me esperaba aún, no al menos a medio de la noche y menos que quien me dejara en la puerta de la casa fuera un auto cualquiera. Intento sacar palabra de mí, pero mi dolor, enojo y decepción no dejaba desahogarme, solo quería subir a mi habitación y dormir, dormir y olvidar, con la esperanza de en la mañana no recordar nada.

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