Ardiente corazón

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VI

/Ichigo K./

No sé cómo describir estos últimos días más que como caóticos, no sólo por el hecho de que estoy viviendo una vida que no siento que me pertenezca y porque hay mucho por hacer, sino por el causante de la mayoría de mis problemas. Grimmjow Jaegerjaquez. El único alfa prime que he tenido el gusto (la tragedia) de conocer.

Quisiera decir que puedo leerlo a la perfección, pero la verdad es que no sé prácticamente nada de él. Bueno, nada que no haya venido de un informe y supuestos rumores y es que aquella noche él se comportó tan...bien, tan diferente a como esperaba que fuera.

Pensé que sería un cretino (sí lo es), pero en el mal sentido y con eso de que todos decían que era un monstruo genuinamente lo creí. Pero conmigo fue todo lo contrario, el tipo curó mis heridas, fue gracioso (muy a mi pesar), me alimentó y fue encantador sin mencionar el pequeño detalle de que me dejó venirme en su cara.

Ugh, de sólo recordar eso mi rostro arde del color del cabello de Renji y es que dios mío, ¿Cómo es que me resultó tan natural simplemente abrir mis piernas para él y dejar que me hiciera todo eso? Digo, sí es guapísimo, candente y muy fuerte, definitivamente tiene dinero y mucho poder y si fueran otras circunstancias quizás y sólo quizás el idiota sería mi tipo.

¡Lo cual no es! Porque son estas circunstancias, unas que no puedo olvidar ya que él es un mafioso, un loco y un asesino que debo llevar a la cárcel, lo cual me resulta algo difícil si no puedo verlo. ¡He ahí mi otro problema! Esa noche, apenas me alimentó volvimos a la cama y aunque creí que habría más acción fui el primero en quedarme dormido, ¡Dormido en la casa del enemigo! Dios, debo ser el peor agente encubierto.

Pero no sé qué pasó, mi cerebro simplemente se sintió cómodo, se apagó y amanecí desmayado en su cama después del mejor sueño de mi vida, juro que dormí como diez horas o algo así. Claramente estaba todo desubicado, pero él ya me esperaba guapo y cambiado para que desayunáramos muy rápido con eso de que tenía que salir.

Entonces le di mi número y me besó, muy apasionadamente tengo que decir, antes de irse y con ello hacer que uno de sus hombres me llevara a casa. Una parte de mi temió que fuera el final de todo ya que no me llamó en los dos primeros días, pero al tercero me marcó cómo si nada a las tres de la jodida mañana para preguntarme qué estaba haciendo, ¡A las tres de la mañana! Y aunque quería mandarlo al carajo, claramente me aguanté y le terminé dando la narración del siglo sobre mis clases y universidad mientras yacía tirado en mi cama y mirando al techo.

Jaegerjaquez escuchó atento mi relato, me dijo que era un niñato lindo y colgó indignándome en grande. Luego de eso no hubo más llamadas y ya que no me puedo comunicar con mi hermano para no levantar sospechas, tengo que seguir con mi fachada de universitario y trabajador de medio tiempo.

Nunca fui malo en el colegio, pero tampoco era Einstein y ahora tengo que aplicarme para que todo resulte creíble. Con ello cierro mi libro con alivio apenas dan las 6pm en punto y el maestro da por terminada la clase, tomo mis cosas y empiezo a salir, cuando alguien choca mi hombro.

—Hey, Kurosaki, ¿Cierto? —me habla un alfa algo pálido, larguirucho y de cabello medio y negro. —Soy Tsukishima, estoy haciendo mi maestría y soy asistente del profesor, a veces me toca impartir las clases en lugar de él.

—Ya, pues mucho gusto.

—Llamaste mi atención porque aunque hay muchos estudiantes internacionales eres el único japonés al menos de esta clase. —comenta al salir a los pasillos.

—También eres japonés supongo, por tu apellido.

—Así es, aunque estoy aquí desde los quince, ¿Quieres ir a comer algo? Podríamos charlar y demás.

Dragón Rojo (Omegaverso/GrimmIchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora