CAPITULO 14

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KAIDA

Me observé a través del espejo, lo que veía me hacía sentir desubicada de mi misma.

Mis labios estaban magullados, unas ojeras se apreciaban ya lo suficiente y no podía creer que después de haber besado a Mattheo y Tom, no sintiera ni una pizca de arrepentimiento.

Aunque el beso de Mattheo fue salvaje y dejó marcas en mí, no podía negar que dentro de todo sentí satisfacción la cual aumentó cuando Tom estampó sus finos labios contra los míos reafirmando el dolor mandando punzadas como si de agujas se tratase.

Había sentido cosas nuevas que parecían malas, pero ¿Qué importaba?

Basta de moralidades, basta de estar pensando en el que dirán, estaba simplemente harta de todo el mundo y quizá Tom tenía razón en todo lo que dijo, ¿Qué hay de malo con eso? No debía esconderme, debía alzar el pecho, mantener una mirada altiva y hacer de mi vida un caos si así lo deseaba.

Observé la marca tenebrosa en mi brazo, dolía de vez en cuando, pero no era nada que no pudiera soportar.

Esta era la prueba de que nada iba a detenerme, estaba con los Riddle y ellos, dentro de su retorcido mundo me habían aceptado.

Eres mía.

Las palabras guturales de Tom resonaron en mi mente enviando un escalofrío que hizo que me sacudiera de par en par, no por miedo, sino porque me había gustado la manera en que lo había hecho.

Debía admitir todo ya mismo, me gustaba de pies a cabeza, con sus arranques de ira, su actitud tranquila y esos castigos que lo hacían ver como alguien dominante y digno de seguir.

Y, ¿Qué decir de Mattheo? Era un pequeño monstruo, sí, pero seguía siendo un Riddle y toda esa vibra oscura me atraía de sobre manera, cosa que descubrí anoche cuando muy en el fondo deseé que no detuviera su ataque.

Sonreí y me aparté del espejo.

La puerta de mi habitación se abrió y entonces pude apreciar a Theo.

Él era el único tranquilo, el único del que no conocía algo macabro y peligroso. Era un chico amante de la literatura y un genio en cualquier materia. Pero debía haber algo oculto en él, algo especial más que su lindo rostro y esa inteligencia, debía existir un motivo por el que haya sido escogido para formar parte del trío Riddle.

—¿Todo bien? —me atreví a preguntar cuando solo se recargó en la puerta cerrada, con los brazos cruzados y la mirada fija en los moretones de mis labios.

—¿Quién carajo te hizo eso? —cuestión, carente de amabilidad o sutileza.

Me quedé pasmada por unos segundos.

No.

Theo sabía muchas cosas.

Debía saberlo, debía saberlo él y todo hogwarts, no iba a esconderme otra vez. Siempre que intento avanzar retrocedo cinco pasos más y como dije, estoy harta de eso.

Me acerqué a él, sus ojos se mantuvieron en donde mismo.

—Mattheo —su semblante cambió a uno más rígido.

—Maldita sea —se quejó por lo bajo. Tan pronto como estuve cera del me tomó del mentón y me hizo alzar el rostro—, ¿te obligó a hacerlo? —de nuevo nuestras miradas se conectaron y esta vez fui yo quien se descolocó.

—¿Qué? ¡No! —callé unos segundos—, bueno, solo al principio.

Me miró a los ojos esperando que fuera una broma, al darse cuenta de que no era así, bufó con exasperación y no entendí el por qué.

Conjurando Amor  /  Riddle 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora