Transcurrió más de una semana desde la muerte de mi amiga y no había otro lugar donde estar que en mi mente. Me sentía como en un sueño, viviendo la vida aturdida, con los sentidos embotados de una forma que no podría describir, aunque quisiera.
Kavya era la única persona que tenía, y ahora se había ido.
Su funeral tuvo lugar un miércoles por la mañana. Me había saltado las clases para estar aquí. Mis padres no lo entendían. Eran incapaces de razonar, e insistían en que una tragedia así no tenía importancia. Tenían la idea de que mis sentimientos eran fugaces, mis recuerdos de ella temporales.
La gente podía ser tan cruel.
Vi su cara, pálida en todos los lugares equivocados. La boca cerrada con un hilo, probablemente. Vestía de azul, un tinte que no le gustaba porque decía que era un color triste. También llevaba maquillaje, otra cosa que no era de su agrado.
Pasó el tiempo, el funeral concluyó, sus padres no querían que dijera nada. Se respiraba cierta vergüenza en el aire, en la forma en que pesaba sobre los cuerpos. Los silencios hablaban más alto que las palabras y en ese espacio intermedio subyacía mi amiga. A los ojos de la sociedad, yacía un monstruo en eterno letargo.
Mientras cerraban su ataúd, la observé por última vez. Era el monstruo más hermoso que he tenido el privilegio de conocer.
Me quedé allí, incluso después de que sus padres se marcharan y empezara a anochecer. Iba con un vestido amarillo que me regaló en mi último cumpleaños. Mi cabello recogido en una coleta, dejando ver los pendientes a juego que ella y yo conseguimos en una feria el verano pasado. Pensé en cavar en la tierra, abrir su ataúd, mirarla hasta que me dolieran los ojos.
Hasta que la vi. A la chica. Recordaba sus ojos, si acaso. A lo lejos, escondida detrás de un árbol. La vi observarme, y la vi caminar hacia donde estaba. Lentamente, como si estuviera en cautela. En su mano izquierda llevaba una sola flor y, al detenerse frente a mí, dijo:
—Esto es para ella.
Y dejó que la flor cayera en la tierra, con todas las demás flores.
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A flor de piel
Science FictionLa piel de una joven que se convierte en una rosaleda, y las lágrimas de otra que ahoga el mundo bajo sus pies. Donde dos chicas se enamoran a pesar de todo, y a causa de todo.