❝Aunque quisiera evitarlo, no podía. Ella ya estaba enamorada de él, y sus ojos azules como el mar eran irresistibles. No solo por ese hermoso color azul, sino porque en ellos podía ver un mundo de emociones y experiencias que la cautivaban.❞
ᎮℰℛCᎩ...
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"No entendía cómo podía haberla confundido después de haberle dado más atención que a los demás. Aunque no sabía por qué sucedía esto, sentía una gran intriga por descubrir la razón detrás de esta confusión."
𝐀𝐄𝐑𝐈𝐒
Sus manos temblaban incontrolablemente y pequeñas gotas de sudor perlaban su frente, reflejando la ansiedad que la consumía. La idea de que Percy pudiera estar muerto la atormentaba, y sentía cómo su corazón se contraía con cada pensamiento oscuro.
—Nos están mirando.—Susurro apenas audible Grover.
La mirada de Seori estaba perdida en el suelo, negándose a aceptar la posibilidad de que Percy hubiera fallado y estuviera realmente muerto.
—Si...—respondió Annabeth de la misma manera.
—Lo mejora sería irnos de aquí, ¿no creen?—Grover propuso. Su voz temblaba ligeramente, pero había un atisbo de esperanza en sus palabras.
—Vamos por Percy.—Habló rápidamente Seori. Su mirada se encontró con la de Grover, desafiante y llena de convicción
—Ori...—intentó decir Grover, pero Seori lo interrumpió con firmeza
—Grover, sé que está vivo.
Había algo en su tono de voz que transmitía una certeza inexplicable. Aunque no podía explicarlo, Seori podía sentir en lo más profundo de su ser que Percy seguía con vida.
Los tres comenzaron a caminar, sus pasos resonaban entre ellos. Seori miraba a los lados, buscando desesperadamente cualquier señal de vida de Percy. Ella podía sentirlo en lo más profundo de su ser, una certeza inexplicable que iba más allá de la lógica. No era solo una creencia, era una conexión que trascendía el tiempo y el espacio.
Mientras Grover y Annabeth desesperadamente gritaban el nombre de Percy, Seori buscaba con la mirada entre todas partes, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Pero entonces, algo capturó su atención. Su mirada se desvió hacia el muelle, donde vio a un chico luchando por subir con dificultad. Era él. Era Percy.
Un grito de alegría escapó de los labios de Seori mientras su rostro se iluminaba con una sonrisa radiante. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia Percy, cada paso lleno de anticipación y emoción. El mundo a su alrededor parecía desvanecerse, dejando solo a los dos en ese momento tan esperado.
Cuando finalmente estuvieron frente a frente, Seori extendió sus brazos y envolvió a Percy en un abrazo apretado. Sus corazones latían al unísono, como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante de conexión pura. Las lágrimas de alegría llenaron los ojos de Seori mientras susurros de alivio y amor escapaban de sus labios.
Percy colocó sus brazos alrededor de la cintura de Seori, dejando caer su barbilla en su hombro. En ese abrazo, se fundieron en un momento de intimidad y conexión profunda. Seori pudo sentir el latir del corazón de Percy contra su espalda, mientras su propio corazón se llenaba de una mezcla de felicidad y alivio.
