Quiero que te rindas

El salvavidas que se quedó solo.

8 de febrero del 2027 14 días antes del encuentro. (4 años después del accidente)

"¿Seyran?" Una firme voz se escuchaba distante a mi, podría estar cerca pero mi mente se sentía terriblemente lejos.

Él había muerto por mi, lo había perdido por mi.

Mi mirada se perdía en el azul océano que se observaba desde la ventana del consultorio en el que me encontraba.

"¿Seyran?" Volvió a preguntar y por fin reaccioné alejándomelos de mis pensamientos.

Pase mi vista de aquella ventana que me había acostumbrado en los últimos 3 años a la de la doctora que me observaba con detenimiento.

"Escúchame hemos logrado un gran avance en los últimos meses al dejar medicamento psiquiátrico pero si sigues recayendo así, no sé si lo mejor seria regresar con fármacos, por lo menos hasta que te estabilices."

Negué algo desesperada y unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

"¿Sigues teniendo pesadillas de esa noche?" Preguntó Leyla con voz tranquila, mientras yo jugaba con mis dedos.

Sus paredes de colores tenues verdes me daban cierta tranquilidad en mi asfixia.

"Es como una película de horror" mencioné sin apartar la vista de las paredes "que se repite tan rápido cierro los ojos una y otra vez" respiré con fuerza y ella hizo una mueca.

"¿Sigues viendo lo mismo? " preguntó con voz tenue.

"Perdí todo esa noche" mencioné con tranquilidad y una leve sonrisa.

Ya lo había platicado tanto en terapia que ahora lucía como un cuento mas.

"Mi hermana, mi esposo, mi hijo y a mi estúpido padre" contesté observándola a los ojos.

Ella no me desvió la mirada.

"Has pasado por un evento traumático y has tenido que vivir con trastorno de estrés pos traumático después de aquel desafortunado acontecimiento, pero te vi llegar al consultorio por ataques de pánico y agorafobia por lo menos tres veces a la semana, te hiciste tanto daño . . ."

Recordé el dolor en mi frente cada vez que me golpeaba con la dura pared, las veces que me desmayaba tan solo al salir a tomar el sol, el asco en mi garganta cada que ingeria un alimento.

Toqué por inercia mi pequeña cicatriz en la frente, delineando con cautela su trazo.

Leyla me observó como si de un conejillo de Indias se tratase.

"Jamás te podrás borrar las cicatrices . . . ." sentenció y yo alejé mi mano.

"No quiero borrarlas, es lo único que me queda de él" solté como si fuera la cosa mas obvia en este mundo.

Ella negó y bajó la mirada sin decirme mas.

"Retomando mi punto, estabas realmente mal, pero hora te veo a punto de presentar una colección de arte en una galería, tienes tu propio departamento y eres completamente independiente, hemos avanzado bastante Seyran, sé que es difícil ver el avance desde tus ojos pero desde los míos es completamente obvio" recalcó cruzando sus piernas.

"¿Qué es obvio" pregunté con mucha curiosidad.

"Que eres un sobreviviente" soltó ella con mucha claridad y yo no entendí.

"No comprendo . . .

"Todos los que te conocemos en algún momento creímos que no lo lograrías, mas depures del accidente de aquel día. . .