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El distrito 9 es uno de los distritos más grandes de Panem. Teniendo en cuenta que se ocupa de la producción de cereal y que es el alimento más consumido en los distritos, es normal que su extensión de terreno sea superior a la del resto. Al menos eso es lo que recuerdo de mi breve periodo de escolarización. Ahora lo único que me importa es que sus hierbajos son suficientemente altos como para cubrirme por completo y avanzar por la arena sin que me vean.

Hace ya un par de horas que he dejado los árboles. Mi refugio era perfecto, alto, fuera de la vista de los ojos curiosos de otros tributos, más o menos cubierto, a salvo del viento frío de las noches, algo que me vendría muy bien ahora que he perdido mi chaqueta, pero he tenido que dejarlo atrás. Los juegos han cambiado, mi estrategia de supervivencia ha funcionado bien los primeros días, pero ya han pasado. Cada vez quedan menos tributos y yo no puedo depender de los paracaídas de los patrocinadores para sobrevivir. Además, voy armada. El ligero peso de las hachuelas que cuelgan de mi cinturón hace que me siente más cómoda, segura. Si viniera algún tributo a por mí ahora mismo tendría posibilidades de salir victoriosa del enfrentamiento.

Mi cuerpo se sacude a causa de un escalofrío. Llevo cerca de veinte minutos agazapada entre los últimos hierbajos que cubren la zona del campo de cereal que imita el distrito 9. Decidir que tenía que abandonar mi refugio para advertir a Tyrin de la emboscada, no ha sido difícil. Como ha dicho Macy, si Tyrin y Rhea están advertidas, tendrán más posibilidades contra el resto de profesionales. Enfrentar a las dos manadas de profesionales a estas alturas de los juegos, me daría oportunidades de ganar, solo tendría que enfrentarme a los supervivientes de la pelea, a Macy y otros pocos tributos esparcidos por la arena.

Al menos espero que eso sea lo que se lea en el capitolio y que nadie piense que estoy ayudando a un par de tributos problemáticas por simpatía. Tengo muy presente la advertencia de Shevon todavía, pero sé que aunque advertirlas de la emboscada no fuera la mejor estrategia a seguir, lo seguiría haciendo. Tal vez no tengo el instinto de supervivencia que todos piensan que tengo.

Doy un bote cuando cambia el viento y provoca que los hierbajos me acaricien la espalda. Espero que ninguna cámara haya visto como saco una de mis hachas para enfrentarme a unos cereales. Guardo el hacha de nuevo en el cinturón y me acabo de sentar en el suelo pasándome las manos por los brazos, intentando deshacerme de la piel de gallina. Hace frío y los calcetines no son lo suficientemente gruesos como para aislarme del suelo. Puede que el cereal caído haga una capa mullida, pero sigue estando congelado. Espero no haber llegado hasta aquí para morir de hipotermia.

Me acerco con cuidado al borde de la zona delimitada para el cereal y guiño los ojos para mirar hacia el interior de la cornucopia. Estoy lo más cerca que puedo sin quedar al descubierto, pero la oscuridad de la noche no me permite ver si hay alguien en su interior. Teniendo en cuenta que la cornucopia es el capitolio en la arena, acortar por ahí es la forma más rápida de llegar a la zona del "distrito 5", las cataratas de las que habló Chester, la única pista que tengo del paradero de Tyrin. Aunque sea lo más rápido, Macy dijo que los profesionales estaban cerca de la cornucopia y no pienso acercarme si veo a alguno de ellos. En ese caso, tendré que dar un rodeo por las montañas de la zona del distrito 2, pero de momento, en el tiempo que he estado aquí, no ha habido movimiento.

El momento que estaba esperando llega finalmente. El himno del capitolio suena de forma atronadora por la arena y las pantallas gigantes con el sello de Panem iluminan mis alrededores. Vuelvo a asomarme con cuidado, si los profesionales están en la cornucopia probablemente se asomarán para asegurarse de que Porter es el tributo muerto de hoy.

No veo nada, la zona frente a la cornucopia se ha iluminado gracias a las pantallas y puedo ver con mayor claridad. No hay nadie. Tengo que aprovechar.

Los Juegos de Johanna - The 71stDonde viven las historias. Descúbrelo ahora