~Capítulo 3~
❇️ Donas y trajes caros ❇️
No quería levantarme, juro que no, pero entre los ladridos constantes de Bolt, las arcadas de Lean al cepillarse con sus maldiciones constantes y los gruñidos de Odies...era ya imposible dormir sin contar que tengo el cuello duro por el sillón.
Recién me había levantado y ya estoy de mal humor.
- ¿No te sabes lavar los dientes sin hacer tanto escándalo?
Espeto molesta al verlo delante de mí buscando algo desesperadamente haciendo que haga un ruido descomunal.
- Lo siento no te quería despertar - dice y bufo para sentarme.
- ¿Qué buscas?
Pregunto prendiendo mi teléfono para ver que son las siete y media de la mañana -lo iba a matar- este agacha la mirada pero al cabo de unos minutos habla.
- Las llaves de tu camioneta, a tuve que haber llegado a las siete y media al trabajo y me dormí...
- Te llevo - digo parandome con pereza.
El frío me toma por sorpresa dándome un largo y feroz escalofrío.
- No...no, yo no...
- Me lavo los dientes que huelo a muerto y vengo.
Y tal como digo, entro al baño y en cuestión de minutos, ya hice mis necesidades con un aliento más normal y unos ojos sin lagañas.
- Bien...vamos.
- Lex, estás en pijama, no quiero que te enfermes.
- ¿Quieres que te lleve o no?
Pregunto osca, para que se tranquilice un poco me colocó un abrigo polar mirándolo.
- ¿Listo?
- Si, pero no sé qué hacer, Zulma, ella se encargaba de todo y...
- Primo basta - digo sosteniendole la cara con mis dos manos - yo te ayudo, vamos a tu casa y luego a tu trabajo.
- Es que si Zulma me deja...
- No lo hará, ella te ama y tu a ella, en unos años se casaran y formaran una linda familia - digo y tal vez mienta un poco pero no necesito a Lean en una crisis ahora mismo - no piensen más, solo es una discusión temporal, vamos.
Término, él asiente y ambos nos encaminamos al estacionamiento.
Aunque ame a mi primo no es mentira para nadie de la familia que desde que su padre lo abandonó cuando tenía seis es una persona la cual, tiende a volverse dependiente de sus parejas o familia.
O, no se si llamarlo dependiente como su psicóloga lo llamó, pero así es más entendible.
Y tampoco es algo fuera de lo común, muchas veces, cuando alguien es abandonado principalmente por los padres -mamás o papás- a temprana edad, los niños al ir creciendo suelen desarrollar el trastorno del abandono. El miedo a perder a los que quieren, el miedo a ser abandonados de nuevo.
Así que de forma involuntaria se vinculan con aquel el cual le haga sentir protegido, que su vida tiene un ritmo, que lo apoya, que los ama aún si no lo hacen. A tal punto que cuando se dan cuenta es demasiado tarde.
Dejan de pensar en sí mismos poniéndose en segundos planos, aceptas cosas solo por miedo a que te dejen, vives con el miedo constante de que te abandonen, te deprimes cuando no te habla o te alegras más de lo que debería cuando un mensaje suyo te llega.
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Un Desastre Con Rizos
Romance¿Qué es un desastre? ¿Cómo se ve un desastre? Dos grandes preguntas y una respuesta bastante simple y corta. Lexie. Una chica que vive de desastre en desastre, metiendo las narices dónde no debe, metiendo mano en masas que no le corresponden, abrie...