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~Capítulo 5~

❇️ Volvemos a vernos ❇️

𝓛𝓮𝔁𝓲𝓮

- ¿Quieres un poco más? - le tiendo el vaso y él asiente.

El silencio nos consume como lo hizo las últimas cuatro horas, nada estaba bien, yo estaba agobiada aún por la pelea que tuve con ese señor sexy de traje caro y esos dos niños hermosos. Y él...estaba devastado con lo de Zulma y fue aún peor cuando tuvimos que ir a buscar su ropa a la casa donde Lean vivía con Zulma y estaba ella con su amante.

Lo convencí de que quedará fuera en el auto mientras yo agarraba todas su cosas pero se negó, él quería entrar y así lo hizo.

Zulma intentaba hablar con él pero este se negó excusándose de que no quería hablar pero que tampoco iba a volver a esta casa.

Mientras yo guardaba la ropa en bolsas él agarró algunos archivos de trabajo con perfumes y trajes que se iba a llevar. Agarro todas cosas suyas, y claramente...veníamos preparados. Bajo las dos cajas grandes que conseguimos en el edifico para empezar a guardar todas sus cosas.

Lo cual fue gracioso porque ni siquiera le reclamó una licuadora o unas ollas -lo cuál nos serviría- solo dijo...

- Coco viene conmigo.

Así que acá estábamos. Sentados en el sillón mirando series turcas, comiendo chocolate y tomando vodka con jugo de naranja el cual me enojaba porque él no iba a exprimir todas las naranjas de nuevo.

Pero bueno, estaba rico.

Mi casa era un caos, a dónde miraras encontrabas ropa tirada, ropa para doblar, pelo de perros...o gato. Porque cierta persona trajo a su gato el cual larga pelo peor que mis niños.

Ninguno decía nada, yo solo quería acostarme a comer mi chocolate pero como señor cornudo está depresivo y no suelta mis bombones y tabletas me toca quedarme a su lado para hacerle el dos.

Algo que no me molesta en absoluto.

- Deberíamos hablar, ¿no crees? - le pregunto y él toma otro trago.

- No hay nada para hablar - me tiende el vaso.

- De Zulma y su...¡Ay idiota!

Le gritó para pararme rápido intentando no mojar la manta, y así, es como en segundos tengo toda la remera llena de vodka.

¡Me volcó el maldito vaso encima!

- Me vas a comprar una - gruño.

- Debemos mudarnos a una casa - dice y yo río.

- Genial, me manchas la remera, te mudas sin preguntar, no me molesta pero si quiero coger...

- Deja de murmurar joder - dice para hacer otro vaso de vodka como si nada.

- Lo siento - dice mientras me voy por el pequeño pasillo sacando la remera para dejarla en el baño y ponerla a lavar. 

Estoy...agitada, y por algo raro siento una perturbación en mi espacio. Necesito relajarme.

Un Desastre Con RizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora