Estaba bien si San no quería conocer gente, pero Wooyoung optaba por la idea de ser más sociable y seguir su curiosidad de que se sentiría ir a alguna fiesta y quizás tomar un poco, solo un poquito.
Era una fiesta de Bienvenida para los nuevos alumnos en la Universidad de Psicología y alguien de su salón lo había invitado, acepto pero en secreto, era mejor que San no se enterara, daría el grito al cielo.
Rió, Dios, San si que era demasiado sobreprotector, pero San... ¿Qué sería de él sin San? Lo había salvado.
Cuando vio el rostro conocido del chico que lo había invitado fue con el y lo saludó timidamente.
—¡Hey, viniste! En realidad pensamos que te ibas a negar, con tu novio siguiendote por todos lados ¿Dónde está? ¿No vino? Dios, a todos aquí nos da miedo, pero es muy guapo eh. —Wooyoung lo miró confundido y rió.
—Oh, ¿Sannie? Sannie es mi mejor amigo solamente, si estamos cerca del uno al otro todo el tiempo, pero eso es desde que eramos pequeños.
—¿Entonces no son nada? Que lástima, se veían tan lindos juntos. —Añadió una chica e hizo un puchero. —Se ven muy tiernos, vamos, te ves como el típico chico tranquilo y suave que es amable con todos y él es todo lo contrario, muy rudo con todos, pero sólo contigo siendo lindo y amable, tan lindos. —Las chicas chillaron y Wooyoung solo rió, porque eso era verdad, solo que San y el no eran novios.
Negó y se desvio el tema, comenzando a conocerse, no pudo estar más feliz, se sentía cómodo.
No supo en que momento había tomado un poco y terminó siendo arrastrado a la pista de baile con sus compañeros, hasta que un muchacho muy guapo se lo robó de ahí y bailaron por su lado, solo era diversión. Sintió las manos del tipo en su cintura, pero aún así no se quitó, solo era un baile, pensó.
Hasta que sintió que lo empujaron, abrió los ojos y de la nada el chico con el que bailaba estaba en el suelo.
Parpadeó aturdido y un cuerpo se lanzó contra el, agarrandolo de la ropa con brusquedad y dejando caer un puñetazo en su boca, haciéndolo sangrar.
Jadeo asustado y se acercó, reconociendo al instante ese rostro.—¡San! —Gritó, tomándolo del brazo, pero el mayor estaba muy concentrado intentando matar al pobre chico que ya se veía demasiado ido, por el alcohol y por los golpes. Desconocio por completo la mirada de San en ese momento, sus ojos llenos de ira y locura. —San, Sannie, basta, detente, vámonos, ¿si? Vamos a casa. —Lo tomó del rostro y San lo miró con molestia.
El mayor se levantó y lo sujeto de la mano, sacándolo de ahí rápidamente.
Hizo una mueca, volteando a ver al pobre chico en el suelo con el rostro sangrando y toda la multitud observandolos y la otra parte auxiliando al chico.
—Sannie... —Habló cuando salieron de la fiesta. —¿Por qué? ¿Qué demonios acaba de pasar ahí? —Dijo siguiéndolo por el estacionamiento. —San.
—¿Qué acaba de pasar? Tu, Wooyoung, tu acabas de pasar, ¿por qué carajos alguien más te estaba tocando? ¿Ya lo conocías? ¿salias con el sin decirmelo? ¿Qué mierda Wooyoung? ¿Es que lo que yo te diga te importa una mierda? —Se acercó violentamente hacia el y Wooyoung se encogió, aún así no retrocedió, no le tenía miedo a San, sería incapaz de hacerle algo, pero si se sintió un poco intimidado por sus bruscos movimientos y su evidente molestia.
—No entiendo que fue lo que hice mal, solo baile con alguien más, no es como si fuera a salir con él.
—Te. Tocó. —Masculló entre dientes, cabreado.
—Pero no se sobrepaso conmigo Sannie, no tenías razón para golpearlo.
—¡Tenía muchas razones para golpearlo! ¡Te estaba tocando! ¡No puedes enredarte con ese tipo de gente Wooyoung, todos son estúpidos e imbéciles!