—Bien, cuéntame sobre Sarah, al parecer tu amistad con ella te dejo marcado.
Sintió su cabeza doler de recordarlo y suspiró.
—Fue de las primeras personas que comenzaron a hablarme en clases, ella era muy buena conmigo, pero... —Frunció los labios.
—¿Pero?
—Me decía cosas que yo creí que eran malas sobre San, yo... Al inicio estuve cegado con eso, veo hacia atrás y pienso que Sarah tenía razón en todo lo que me decía y yo... No pude protegerla, no pude hacer nada, solo ignore lo que me decía. —Comenzó a sollozar y negó con la cabeza. —Me siento tan culpable, tal vez si yo no la hubiera mencionado, si me hubiera alejado ella estaría a salvo.
—¿No te sientes aliviado de que al fin haya salido la verdad? De que se supo quien fue el culpable y por suerte ya no habrán más daños, Wooyoung, tu te armaste de valor y decidiste ayudar, sin ti no hubiéramos encontrado las pruebas que faltaban para confirmar que San fue el responsable.
—¿Al final de que sirve? Él está muerto. —Aún dolía. —Y yo fui culpable, todo porque no hice caso, no escuche.
—No es tu culpa, él no estaba bien y lo sabes. —Lo miró con pena, al fin Wooyoung había abierto los ojos, después de que se haya descubierto la verdad, que Choi San era totalmente culpable de los seis estudiantes desaparecidos, Wooyoung no dudó el colaborar, dando testimonios, se logró cerrar el caso, pero aún así nadie estaba satisfecho, el culpable había muerto, nadie sabía como, ¿y ahora que? ¿Ahora quien iba a pagar por lo que esas personas habían sufrido?
—San me había dicho incontables veces que si algo sucedía, algo que no me gustara era por mis acciones, yo... Debí hacerle caso, muchas personas sufrieron daños por mi culpa, porque no hice lo que el me decía...
—No tenías porque hacerlo, Wooyoung.
Negó.
—Pude haber salvado a todos ellos si tan solo no hubiera sido tan necio. —Se frotó el rostro, frustrado.
—Ayudaste a encontrarlos a todos ellos, ahora están descansando en paz, gracias a ti Wooyoung, ellos no están aquí por la maldad de él, no es culpa tuya.
Suspiró y asintió.
Ya habían pasado cinco años desde la última vez que vio a San, ahora que se descubrió todo, estaba listo para dejarlo ir.
.
.
.
Años atrás.
—San, no puedes hacer esto. —Se quejó.
—Sí, si puedo.
—¡No, es terrible, las personas ya ni siquiera se me acercan porque te tienen miedo!
—Mejor.
—San... —Suspiró con cansancio y se tallo la frente, demasiado frustrado. —Escucha, no puedes hacer eso, espantar a cada persona que se me acerca y ser grosero con ellos no esta bien, te puedes meter en problemas.
San lo miró inexpresivo, como si no le importara realmente lo que dijera.
Últimamente había hablado más constantemente con Sarah, parecía ser la única persona que San toleraba que tuviera cerca, quizás porque resultó ser lesbiana y tener novia.
Pero Sarah le había dicho un par de cosas que lo dejaron pensando.
"Wooyoung, se que quieres muchísimo a San, lo entiendo, llevan años de amistad, desde pequeños, San esta muy enamorado de ti, es muy evidente que tu también, pero hay un lado muy extraño de esto, ¿no lo habías pensado?"
