Recuerdos 4.0

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Así como miraba las estrellas y recordaba su regalo, cada vez que veía un globo rojo recordaba las pequeñas cosas que me enviaba. Aquellas cosas tenían significado siempre. Tal vez no en ese momento, pero hoy en día podía entenderlo todo.

Evan:

🎈


🏃🏼

¡Oh, no! ¡Mi globo!

Jenna: No puede ser, ¿lo dejó ir?

Evan: Mmm, él está corriendo detrás del globo, ¿tú qué crees?

Jenna: Ahora que lo pienso mejor... creo que no. Si corre detrás del globo es porque tal vez, sin querer, lo soltó.

Evan: O lo soltó y luego se arrepintió.

Jenna: ¿Podrías soltar algo y luego arrepentirte? Si te ibas arrepentir, ¿por qué lo soltaste?

Evan: Tal vez se cansó de sostenerlo.

Jenna: Podría haber cambiado de mano y no soltarlo. Una vez que lo dejas ir, no hay vuelta atrás. Sólo se va y se va cada vez más lejos.

Evan: Seguramente se compró otro globo.

Jenna: Hay cosas que no se pueden reemplazar, Evan. ¿No crees?

Evan: Coincido contigo, Jen.

Cuando vi esa conversación vieja en mi teléfono, estaba en el baño del trabajo. No había pasado tanto tiempo desde que había conseguido trabajo en la empresa. No quería salir, ya que, las lágrimas no estaban siendo controlables. No podía creer que estaba en una situación como esa, había pensado que lo había superado pero no era así.

—Respira hondo, respira hondo —me dije a mí misma mientras mi voz temblaba, sin embargo no aguanté el sollozo que vino desde mi garganta después de respirar hondo. 

Me deslicé hacia el suelo junto al inodoro colocando mi espalda contra la puerta. Llevé mis rodillas a mi pecho, apoyando mi frente en ellas. Dejé mi teléfono junto a mí mientras lloraba como una niña de 7 años, a pesar de que en ese momento tenía 19. Al parecer no me importó en ese momento estar en el trabajo. ¿No podría haber cambiado de mano y no haberlo dejado ir? Aunque no me haya cansado de sostenerlo, el hilo del globo me estaba quemando. Todo me quemaba por el error que había cometido sin intención. ¿Hubiese sido mejor retener el globo, seguir quemándome mientras lo sostenía? Una vez que lo solté, sabía que era imposible volver a alcanzarlo porque... cuando lo dejas ir, entonces vuela demasiado alto y es inalcanzable. Se volvió completamente imposible alcanzarte de nuevo.

Hay cosas que no podrían reemplazarse aunque se intentara hacerlo. Hay globos que suelen ser únicos, y aunque tengan el mismo color y el mismo tamaño, ¿será qué es el mismo que estaba sosteniendo? Yo no lo creo. Yo quería ese globo.

Esta vez, tapé mi rostro con mis manos para seguir llorando. Sentía, realmente, como mi pecho tenía la sensación de haberse tapado y estar en un dolor completamente profundo. Me estaba doliendo el pecho pero no físicamente, parecía que el dolor era peor cuando venía del alma. No me cansaba correr hacia el globo sino que me entristecía no poder alcanzarlo. Y sí, estaba corriendo detrás de algo que sabía que no iba a poder alcanzar. ¿Parecía tonto, no? Porque ya sabía la respuesta.

Traté de calmar mis sollozos tapando mi boca para no hacer ruido y espantar a nadie.

La peor parte era levantarme del suelo, lavar mi rostro y seguir como si nada hubiese pasado.

Aunque mis lágrimas durante el día no se volvieron a hacer visibles, el dolor no había desaparecido.

Hasta hoy.


A Través De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora