Capítulo 27

65 15 9
                                    

Nos separó el llanto de una criatura dentro de la sala. Evan notó que estaba nerviosa, me revolvió el cabello.

—Lenta —bromeó y giró caminando hasta la salida. Quedé allí, desconcertada.

Lo seguí hasta afuera, nos dimos cuenta que Eleanor y Amy no estaban por ningún lado.

—La llamaré —le dije a Evan. Tomé mi teléfono para llamar a Eleanor. Luego de tres pitidos, ella atendió. Se escuchaba las carcajadas de Amy de fondo—. ¿Dónde rayos están?

—Jenna —habló—. Estamos en el parque que está afuera del shopping. Los vimos tan fascinados que no quisimos molestar. Compramos helado. Vengan.

—De acuerdo —colgué. Volteé a ver a Evan, que estaba mirando hacia un lugar en específico. Seguí su mirada, había una sala de videos juegos—. ¿Quieres entrar? Podemos jugar si quieres.

Evan me miró y levantó sus cejas—. Estaremos allí dentro  sólo dos minutos.

—¿Por qué tan poco?

—Porque perderías en un abrir y cerrar de ojos, ¿tú qué crees? —dijo, comenzando a caminar. Ni siquiera le dije hacia dónde íbamos. Comencé a seguirlo.

—¿Estás diciendo que no soy buena en los videos juegos? 

—Exactamente. No lo eres.

Lo pensé un segundo.

Bueno.

Era cierto.

—Tienes razón —dije—. Pero, ¿no me enseñarás?

Evan se detuvo para mirarme—. ¿Quieres que te enseñe todo?

—No me viene para nada mal —sonreí inocente.

Evan reprimió una sonrisa y no me respondió.

Rayos.

¿Qué me pasaba?

Decidimos salir del shopping para poder ir hasta donde Eleanor y Amy estaban. A esta hora ya había demasiadas personas a pesar de hacer tanto frío, en esta época, Florida era muy frío. Podría decir que hasta helado. Volteé a ver a Evan que estaba detrás mío. No quería perderlo. Él se encontraba con su teléfono, hacia unos momentos atrás, al parecer, lo habían llamado desde el trabajo. No noté que  estaba caminando aún cuando lo miraba, y que estaba muy cerca de una avenida. Volteé dándome cuenta que Evan estaba cerca de mí, sin embargo, crucé pisé la calle provocando que una motocicleta tocara bocina tan fuerte, que una una mano tomó de mi brazo para arrojarme hacia la acera con él. La mayoría de las personas que estaban allí cerca ahogaron un grito. 

Me sobresalté por lo rápido que había pasado todo.

Mi respiración estaba agitada, había cerrado los ojos del susto que me había causado la situación, los abrí cuando escuché lo enojado que estaba Evan.

—¿Por qué no miras la calle, Jenna? —elevó su voz. No estaba gritándome pero tampoco estaba hablándome normal. Su expresión preocupada lo decía todo. Como no respondí, volvió a hablar—: ¿Quieres volver a lastimarte? —Se oía muy enojado. Me sentí automáticamente mal por haberlo asustado. Es verdad que era una tonta y no prestaba atención. Podría haberme lastimado nuevamente.

Evan se dió cuenta que estaba muy enojado y que su mano todavía estaba en mi brazo. No lo estaba apretando ni nada por el estilo, sólo estaba ahí. Corrió su mirada con su ceño fruncido, notó que se podía cruzar la calle la calle y lo hizo dejándome atrás. Era raro como mostraba su preocupación. Pero... se veía realmente enojado.

Lo seguí, sintiéndome la mayor estúpida de este planeta por no poder ser más atenta aunque no haya sido mi intención, pero bueno... Entendía su enojo.

A Través De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora