Desperté pensando en lo que había pasado ayer. Al principio creí que era sólo un sueño pero no es así. Fue real.
Eleanor se había marchado al trabajo. A ella, en este caso, no le daban días libres como a mí así que tuvo que ir. Muy soñolienta, en la mañana, me despertó y me avisó que se iría. Escuché a medias pero entendí lo que ella me dijo. Cuando me levanté, fui al baño e hice mis necesidades, bajé al living para desayunar.
Evan vendría en unas horas. Debía esperar a que saliera de la cafetería.
Me encontré con Dean, quien estaba desayunando.
-Buenos días. Te dejé preparado el desayuno -me sonrió. Le devolví la sonrisa y me senté frente a él.
-Buenos días. Gracias, Dean -le dije, mientras miraba todo lo que había preparado-. ¿Debes trabajar?
Dean asintió-. ¿No te lo dije? Soy profesor de arte.
-¿En serio? Wow -sonreí-. Eso es genial.
-Sí -dejó su taza, para poder mirarme a los ojos-. ¿Cómo fue ayer? ¿Pudiste ver a Evan?
Asentí-. Lo vi. Pudimos hablar también así que... todo salió bien.
Se me escapó una sonrisa. No podía evitar estar y ser feliz cuando pensaba en lo de ayer.
-¿Te gusta, cierto? -preguntó. Su pregunta me dejó un poco desconcertada. Dean era... de aquellos que iban directo al grano. Definitivamente.
Miré la espuma de mi café-. Sí -respondí, luego alcé la mirada-. Me gusta hace... mucho tiempo.
Soltó una risa a su vez que negaba la cabeza-. Mierda -dijo, fruncí el ceño confundida-. Supongo que no tengo chances de una cita, ¿no?
Fruncí los labios-. Hhum. -¿Cómo decirlo? Me rasqué la nuca pensativa. No estaba pensando en realmente tener una cita con Dean. Sinceramente, estaba pensando cómo decirle que no-. Supongo. Podemos ser amigos, si quieres. Pero... prefiero no tener una cita contigo. -Mis palabras eran torpes al hablar como si no quisiera arruinarlo.
Dean sonrió. Tenía una sonrisa enorme y brillante a la vez. Se rascó la barbilla, hizo una pausa y luego respondió-: ¿Por qué te pones nerviosa? -alzó la mirada-. No es que me gustes, es decir... te vi y pensé que hubiese estado genial conocerte. Pareces muy divertida.
La mirada de Dean era muy sincera. No parecía estar jugando. Lo sabía por Eleanor, ya que, ella mencionó que Dean cortó con su novia porque él afirmaba que ella no lo valoraba como debía. Y creyó que lo mejor era romper.
Reí suavemente-. No sé si soy tan divertida como crees -dije-. Pero me es difícil ver a otra persona de la misma manera en la que veo a Evan. Él es... muy especial. No sólo porque me gusta sino en mucho sentido. Para mí él es diferente, quizás para otros no pero... desde pequeña; es Evan.
Dean corrió la mirada, luego apoyó su barbilla sobre una mano-. Sí, ya vi que te gusta mucho -dijo-. Pero, ¿son novios?
Negué con la cabeza-. No, no somos novios -respondí.
-Bueno -se levantó y respiró hondo-. No me rindo entonces.
Había una pizca de broma en sus palabras. No lo decía 100% en verdad.
Alcé las cejas-. He dicho que no.
Dean carcajeó divertido-. Me agradas -dijo, volviéndose para el living-. Nos vemos más tarde. No me olvido de tu regalo.
Luego de mi charla con Dean, el cual me había sentido un poco nerviosa, ya que él era muy directo al hablar, no estaba acostumbrada. Aunque debía aprender de él pensándolo bien.
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A Través De Mis Sueños
RomanceJenna conoció y se enamoró de Evan Rogers cuando tenía 12 años. Eran dos niños detrás de una computadora teniendo un amor a distancia. Evan, desde Chicago, se contactaba a través de las redes sociales con Jenna, a quien había conocido por una compañ...