El diario de Andrea

Mi amigo el pendejo

Hola Amigibbys, ¿como están? Espero que lo estén pasando genialisimo.

Llevo DÍAS tratando de escribir este capítulo ya que esta dedicado a una persona que ustedes lo conocen con el sobrenombre de Jhon.

Jhon es un amigo que conocí en una fiesta de cumpleaños de una amiga en común. Y desde ese día he presenciado las pendejadas más grandes que puede vivir un ser humano.

Hace una semana habíamos hecho el famosisimo acordeón que valía 15 puntos, yo subí un estado sobre mi trabajo ya terminado y mi amigo lo contesta: me dice: ¿había que poner aspectos?. A lo cual yo contesto: sí.
El baboso solo había puesto una cosa simple cuando en la seño dejo como 10 cosas en donde queria en ese bendito trabajo.

- Estoy bien pendejo - me dijo decepcionado.

- Mano, volvelo hacer entonces - le respondo, tratando de animarlo para que haya una solución.

- Nah, que se quede así - me dice.

Y yo: no mames.

Y así fue, lo entrego así, con apenas contenido y su nombre JAJAJA.

Un martes 6 de febrero ibamos a recibir clases solo la tarde y saliamos a las 4:00. Jhon se me acerco a mí y me dijo:
- Mish, no sabes lo que me paso.

- ¿Qué te paso? - indage.

- Coloque mi celular a la par de mis cartas de poker cerca de mi mochila, se me hizo tarde, tome lo primero que encontre y ¿adivina que me lleve y que deje en casa?

- Tomaste las cartas en vez del teléfono.

- En efecto - y me mostró su caja de cartas.
Me dijo que se dio cuenta cuando intento ver la hora.

No sabía si reir o....preguntarme ¿por qué le pasa tantas babosadas?

Teníamos un ensayo donde andabamos contra el tiempo, Jhon andaba bailando en baile muy tradicional de la cultora indigena: El zon.

El hacía pasos exagerados con tal de que me riera.

Tengo un recuerdo muy bago en donde Jhon y junto a otro grupo de personas que solíamos formar un grupo (donde estaba la colocha y una amiga que le pondremos Aurora porque es la Bella Durmiente)  ibamos a visitar a una compañera en el parque, andamos caminando cuando la colocha sin darse cuenta pisó excremento de perro y se dio cuenta solo cuando Aurora y yo se lo decimos. Paso TODO el parque con tremenda bola de kk y no se había dado cuenta.

La Colocha al enterarse se asqueo muchísimo, por lo que Jhon tuvo una maravillosa y original idea que fue...
Lavarse el zapato en la fuente del parque en frente de toda la gente.

Lo más curioso es que la Colocha acepto sin dudarlo.

Se subío para poder meter la pata en la fuente con la ayuda de Jhon y Aurora. El baboso casi la hace caer y la Aurora apenas podía sostenerla.

Y yo nada más viendo de lejos para que la gente no piense que andaba con ellos. #betsfiends

Se me vino otro recuerdo en donde Jhon, Colocha y otra amiga que le vamos a poner Rosario estábamos trabajando juntos para el curso seminario el año pasado, eramos un grupo de nueve y solo fuimos cuatro porque #malasuerte

Teníamos que ir a una escuela que estaba por una laguna, teníamos que tomar un bus y un torito (taxi) para que nos llevaran porque quedaba muy lejos.

En un momento Jhon entro al baño de la escuela porque ajá, necesidad.
Yo fui por él para ver si estaba todo bien y cuando sale del baño me dice.

- weeeeey hay papel.

Me empecé a reír horrible porque una escuela tiene tan limpio todo, con papel agua y hasta jabón y nosotros que estudiamos en un "prestigiado" colegio ni agua hay.

Al momento de regresar debíamos volver con el mismo trasporte, ibamos con la compañía de mi abuela y la tía de Rosario. Cuando ya ibamos de camino a buscar el torito Jhon dice:

- Bueno, no fue un mal cumpleaños.

En eso mi abuela lo escucha y la felicita, y de la nada nos dice que para recompesar el día especial ibamos a caminar hasta llegar a la laguna porque Jhon no lo conocía. Y yo: ni a mi me haces esas sorpresas abuela.

Y así fue como soportamos vientos despiadados, infernales desciertos, escalamos hasta el último piso de la torre más alta y llegamos a la famosa laguna.

Rosario paso la mayoría del tiempo grabando porque era la única que llevaba IPhone. Ahí andabamos tomando fotos.

AAAAAH Y OTRO MÁS.
Una vez invite a Jhon y Colocha a mi casa y los dos se drogaron con el té de mi abuela. Nunca soportaron los tés caseros y tradicionales de la familia. De esos que literalmente al tomarlos te quita las gripes.

Y bueno, esas fueron las asombrosas aventuras del niño joton.

Voy a ver si consigo tener tiempo para analizar que pasa en mi vida diaria y contarles otra anécdota meca. Hasta entonces, estaré en mis prácticas (que empiezo el 11 de marzo).