03: Trazos de complicidad: Entre té, tintas y travesuras

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Desde lo pasado el día anterior su cabeza no dejo de pensar en la cercanía que parecían tener su hijo junto a su querido Wuxian. Quiere decir, ayer intento preguntarle a su hijo pero lo único que gano fue un:

"Wei Ying es solo Wei Ying", honestamente ¿que se supone que significaba eso?

— Y dime, Wuxian. — removió la cuchara de su taza de té. — ¿Cómo conoces a Lan Wangji?

Misión del día: Espía.

— ¿Lo dice por lo de la competencia de ayer?, ¿lo vio? — sonrió al verla asentir. — Lan Zhan y yo estudiamos unos meses juntos aquí en Gusu.

"¿Qué?" , ¡pero si el año de estudiantes había pasado hace mucho!

— ¿Y por que no te vi en todo ese tiempo? — no lo podía creer. — ¿Qué sucedió?

En ese momento noto la sonrisa ladina de Wei Wuxian, mientras te movía nervioso el dulce de su taza y se acomodaba en su asiento, se veía como un niño risueño delante de su madre.

¡Basta, era demasiado para su corazón!

— Puede que haya hecho un poco de esto y un poco de aquello. — soltó risitas incómodas. — Una regla rota por aquí y un castigo por allá. De todas formas, era un discípulo de Yunmeng, tenía que regresar antes que los demás.

Claro, por no decir que Lan Qiren lo botó de los recesos de la nube.

— Ya veo, entonces estuviste solo unos meses con Lan Wangji. — no se acostumbraba a llamar a su hijo así. — Parece que te gusta coquetearle. — rio.

— ¿Coquetear? — sonrió. —Nada de eso. — "..." —Lan Zhan es muy tímido y me gusta ver sus reacciones cuando hago algo que le parece, como el diría, desvergonzado. Nunca hemos entablado una conversación larga, solo pequeñas bromas y encuentros en cacerías nocturnas.

— Pues pareces agradarle mucho a mi Wangji. — se detuvo de dar su sorbo de té. — Di-digo, Lan Wangji siempre a sido muy reservado con quien mostrarle sus emociones, y parece cómodo a tu lado.

— ¿En serio lo cree? — ella asintió. — Todos dicen que me odia.

— "..." — dejo su taza en la mesita en medio de ellos. — ¿Y el alguna vez te lo ha confirmado?

— No. — sonrió. — Por eso sigo a su lado, honestamente, no me gusta creer en palabras que no salen de la boca del propietario. Elegiría que el me lo diga en la cara aún si eso me duele.

"¿Oh?", ladeo la cabeza.

— ¿Dolerte? — repitió.

— Sí, aprecio mucho a Lan Zhan. Es una persona increíble, seguro de sí mismo, leal a su familia y sus principios, es respetable y hábil, muy talentoso diría yo. — sorbio un poco de su té.

— ¿Y guapo?, ¿no te parece guapo? — Wuxian empezó a tocer. — Oh, ¿Estas bien?

— Y-yo... — palmeo un poco su pecho dando leves tocidas. — S-si, también es guapo. Pero sinceramente no me importa.

— ¿Oh?, ¿por qué? — si lo hice con mucho cariño.

— Hable con Lan Zhan por lo que demostró ser. — termino su té. — No me fijo en la apariencia de los demás, si eres bonito o feo no me importa. Como dijo un sabio: Mira la esencia, no la apariencia.

— Vaya. — tomo sus manos. — Eres alguien increíble Wuxian.

"¡Lan Wangji, te pones la energía tú o te la pongo yo!" , protestó internamente.

El favorito de Madame © Wangxian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora