07: Una Tormenta de Emociones y Un Vínculo Inquebrantable

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De todas las cosas hermosas que podían pasar en serio tenía que suceder algo como esto, es decir, ¡están en los recesos de la nube, carajo! Un lugar conocido por sus reglas, su rectitud y valores en los jóvenes discípulos. 

Literalmente solo se había ido unos minutos rápidamente a su cabaña a traer algo para su favorito y regresar al comedor para seguir platicando con él, no espero ver una guerra de comida de regreso y mucho menos a su favorito siendo detenido por otros, se veía... 

— ¡Solo eres un huérfano! — gritó un chico que parecía de otro clan. — ¿Oh no?, ¡seguro tu madre fue una cualquiera que se acosto con el líder Jiang y por eso te tienen en su secta!

— ¡Tú- 

Aquellas palabras fueron tan fuertes que dejo perplejo a todo el salón, su disctracción basto como para que Wei Wuxian se soltara y se abalanzara en contra de aquel chico. 

— ¡Suéltame! — gritó el otro, tirado y recibiendo golpes. — ¡¿Qué?! — empezó a golpear a Wei Wuxian también. — ¡¿Te dolío lo que dije?! — podía ver la furia en los ojos del otro. — ¡Entonces es verdad- ¡Ah!, ¡Duele, suéltame!

Los golpes de Wei Wuxian parecieron tener un gran efecto en el otro, tanto que se le notaba medio inconciente y ya casi sin fuerzas. 

— ¡Wei Wuxian! — era momento de intervenir. — ¡Ustedes, detengan la pelea! — ordenó a los discípulos que se habían quedado miraron. — ¡Ahora! 

Inmediatamente acataron las órdenes, lograron separarlos con esfuerzo. Wei Wuxian parecía tan ido en su ira que no quería detenerse, la Madame se acercó rápidamente hasta él preocupada observando con un poco de alivio que los golpes de aquel inadaptado chico no le habían ocacionado daño alguno. 

Pero estaba furiosa, y no, no lo estaba con Wei Wuxian. 

— Madre, ¿qué está pasando? — la voz de Lan Xichen resonó en el lugar.

Habían sido informados de los sucedido. Por eso, se encontraban ahí todos, sí, todos. Para ser más específico, la familia principal Lan y los hermanos de Wei Wuxian, quien al escuchar que se trataba de él no dudaron ni un segundo en ir. 

— ¡A-Xian! — Jiang Yanli se abrió paso entre los demás para ir hasta su hermano, quien estaba aún mirando furioso al otro chico. — A-Xian. — tocó su mejilla y lo examinó. — ¿Estás bien?, ¿Qué pasó?

— Quítenle las manos de encima, ¿a quién creen que están agarrando así? — Jiang Wanyin les gritó a los discípulos que aún lo sostenían. — Wei Wuxian, ¿Qué fue lo que paso?

Por unos segundos solo los observó, sus ojos lagrimosos y rojos los preocupo demasiado, pero lo que los asustó fue ver como las lágrimas en su rostro se hicieron incontrolables. 

— A-Xian... — su hermana mayor lo abrazó fuertemente. — Está bien, está bien, pue-puedes llorar. — ocultó el rostro de su hermano en su cuello y acarició suavemente. 

— Shi-Shijie. — tartamudeó sintiendo como las lágrimas bajaban aún más. 

Querían salir de ahí pero no podían hacerlo hasta que se diera la información de lo sucedido y la indicación de lo que pasaría después de informarlo. Aunque eso no le importó a Jiang Wanyin quien decidió acercarse al chico para golpearlo solo por el hecho de hacer llorar a su hermano, es decir, Wei Wuxian ni si quiera lloraría en una pelea. 

No espero que alguien lo apartara y lo hiciera por él.

— Madame. — sus ojos se abrieron de par en par al ver como la matriarca de Gusu le había tirado una cachetada al chico. 

El favorito de Madame © Wangxian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora