El favorito de Madame © Wangxian

05: Entre Limones y Amistades Eternas

"A veces cuando la vida te da limones, y haces limonada, significa que también se te van acabando los limones." , lo que quiere decir que así como la vida te da momentos alegres, también se te acaban.

¡Pero a ella se los estaban arrebatando!

— No me pueden hacer esto. — se aferro a la columna de su cuarto. — ¡Me niego!

— A-Mei, solo será una pequeña plática. — la Madame intensificó el agarre. — Será en medio del festival, no te llevarán a la sala de reuniones.

— ¿Lo prometes? — volteo a verlo de reojo. — ¿De veritas, de veritas?

Qingheng-Jun llevaba una hora intentando hacer que su esposa salga junto a él para dar comienzo al festival como líderes de Gusu, una pequeña mentirilla no le haría daño a nadie.

— Si, esposa. — la abrazó. — Además, escuche que el joven Wuxian-

— ¡Vamos, inmediatamente! — "..."

Eso fue más rápido de lo que pensó.

En fin, los esposos caminaron juntos hasta lo que fue la zona donde se habían llevado a cabo las competencias, la cual ya estaba limpia y decorada.

¡Perfecta para recibir la llegada del invierno!

— Líderes Lan. — saludaron todos al verlos pasar por el camino principal.

"Que no se acerquen, que no se acerquen" , repetía una y otra vez la Madame al ver la mirada intensa de los ancianos en ella. "Mierda" .

Los ancianos se acercaron con  serenidad hasta los líderes, presentaron sus saludos y viceversa. ¡Justo querían hablar con la Madame!

— Matriarca. — se dirigió uno de ellos. — Es bueno encontrarla después de tanto.

— S-sí, lo mismo digo. — ¡ni en sueños!

— Mn. — incómodo... — Por cierto, Madame, ¿Cómo va eso de-

Una estruendosa caracajada hizo a todos desviar su atención.

"¿Oh?" , la bulla también la desconcentró. Todo provenía de cierto discípulo que daba vueltas al rededor de...¡su retoño!, ¡Su adorable Wuxian había llegado a tiempo para salvarla!

— ¿Eso significa que me puedo acercar más a ti, Lan Er-gege? — se acerco peligrosamente hasta él. — Vamos, Lan Zhan, no tienes que ser tímido.

— Wei Ying. — regaño suavemente el Lan. — Hacer ruido está prohibido en los recesos de la nube.

— Es la emoción, Lan Zhan. — se cubrió con... ¿un abanico? — Nunca imagine que me regalarías algo, ¡muchas gracias, Lan Er-gege! Ahora vuelvo, se lo mostraré a mi hermana.

La Madame se quedó tan quieta que parecía estatua mientras veía a su hijo encaminarse hasta donde ella estaba, trataba de procesar la información que tenía justo frente a ella. Es decir, ¿había escuchado bien?, ¿su hijo le había regalado un abanico a su encantador Wuxian?, ¡¿Acaso significaba que-, ¡No puede ser!

"¿Diosito fuiste tú?", sus ojos se iluminaron.

— Wow. — escucho las palabras de asombro de su yerno, quien justo había llegado. — Nunca imagine, Lan Wangji, que le declararias a Wei Wuxian tu... — ¡qué qué! — tu eterna amistad.

Lo siguiente en escucharse fueron las carcajadas de Jiang Wanyin mientras se apoyaba en el hombro de su prometido, quien al igual que su cuñado, Lan Qiren, suegro y suegra estaban en un aparente desconcierto.