ᴜɴᴀ ᴘʀɪɴᴄᴇꜱᴀ ᴇɴ ꜱᴛʀᴀʏ ᴋɪᴅꜱ

capítulo uno

―Buenos días alegría, buenos días señor sol.

―Buenos días Hyunjin, ¿por qué tan alegre?

― ¿Acaso no puedo estar feliz, Annie?

La chica dudo un poco arqueando su ceja, el rubio sonrío con sus mejillas sonrojadas y se acostó a un lado de ella quien no dudo en prestarle atención para escuchar la noticia del día.

―Saldré con Felix en la tarde, es una cita oficial, se lo pedí anoche. ―dijo reteniendo sus ganas de gritar a los cuatro vientos sobre su fortuna.

― ¡¿Y no me dijiste nada?! ―preguntó exaltada la pelinegra quien le aventó una almohada a su mejor amigo.

―Perdón, es que ya estabas dormida que consideré no despertarte.

―Está bien, te perdono hijo mío puedes irte en paz.

―Ay gracias no iba a poder dormir esta noche sin tu perdón.

Los dos se quedaron recostados un poco más en la misma cama riéndose y haciendo planes para ver que outfit se vería mejor en el rubio para su cita oficial de la tarde.

―Estoy feliz de que puedas salir con la persona que amas. ―dijo ella incorporándose de su sitio y peinando con sus dedos algunos mechones de su cabello.

―Algún día podrás también sentir esa emoción Anna, no debes estar triste.

―Hyunjin, ―el mencionado volteó a verla―, ayer que estabas en la sala de prácticas, Lee Know llegó a contarnos que le gusta alguien.

El chico guardo silencio al notar el rostro de su mejor amiga. Y es que nada era secreto entre ellos, había sido el primero en enterarse sobre el amor que le tenía al mayor debido a una borrachera que se había pegado ella. Para su suerte había sido Hyunjin quien únicamente estaba con ella y no el resto.

Evitando que tan temprano se deprimiera, Hyunjin la animo diciéndole que desayunarían fuera, Anna rápidamente se levantó tomando un conjunto de ropa para darse un baño y así irse con el chico no sin antes avisarle a Bang Chan sobre que llegarían después del mediodía. Durante el trayecto estuvieron tocando diversos temas hasta que Hyunjin toco uno en específico: su cumpleaños número 22.

―No me emociona mucho mi cumpleaños desde que mi mamá no está. ―dijo la pelinegra dándole unas cuantas vueltas al frappé que tenía en sus manos.

―Yo sé linda, pero considero que tu mamá no estaría feliz viéndote como haces a un lado la fecha más importante de tu vida, estoy seguro que ella quisiera que continuarás adelante con esa celebración cada año.

―Lo sé Hyunjin, pero... ―se quedó callada durante unos segundos, desvió su mirada hacia la ventana y después volteó a verlo―, mi mamá era algo especial con mi cumpleaños y no sé por qué.

El chico arqueo su ceja confundido. ― ¿A qué te refieres?

―Parecía que tenía miedo de que creciera.

―Es normal, todo padre no quiere que sus hijos crezcan, mi mamá es igual, siempre me dice que deje de cumplir años. ―rió tratando de cambiar el ambiente entre ellos.

―No Hwang, mi mamá era diferente, ella siempre me decía que odiaba el número 22 y no quería que yo llegase a esa edad, siempre tuve dudas del porque y se fue sin decirme la razón. ―suspiro cansada con el pensamiento de que quizás estaba exagerando su posición, pero no podía quitarse la corazonada de ella―. Además, se fue también sin decirme quien es mi papá.

―Anna a los muertos no les debes reprochar nada, si ella se fue sin decirte es porque tuvo razones importantes para ocultarte eso así que mejor concéntrate en disfrutar mañana tu cumpleaños y en ver que hacemos para divertirnos, ¿estamos? ―ella asintió sacándole una sonrisa a su mejor amigo.

Hasta que el reloj marco las doce del mediodía regresaron juntos al dormitorio porque había un chico que arreglar para una cita y una chica la cual todavía ni siquiera sabía el gran problema que conllevaba cumplir 22 años.

[· · ·]

―Mañana es el día.

―Tendrá la edad requerida para asumir sus responsabilidades.

Los dos hombres miraron a la anciana que poseía rasgos acabados y un cansancio el cual apago toda emoción en ella pero que aún mantenía fuerza y vida necesaria para poder hacer lo que juro antes de ver morir a la persona que más amo en su vida: su hijo.

―Saben que hacer: vayan por su alteza imperial, es una orden.