ᴜɴᴀ ᴘʀɪɴᴄᴇꜱᴀ ᴇɴ ꜱᴛʀᴀʏ ᴋɪᴅꜱ

capítulo once

Una fecha de regreso a Seúl era imprevista. Ahora se preguntaban lo que sucedería con la fémina y su futuro en el grupo. Muchos comentaban acerca de su deber como futura regente de Austria porque antes de ser una idol perteneciente a un grupo famoso, tenía un puesto en la realeza el cual debía asumir ya que desde su nacimiento estaba escrito.

Las actividades del grupo se detuvieron por tiempo indefinido, Anna se sentía culpable de la declaración que la empresa había dado, no quería llegar a esto, había tratado de convencerlos acerca de seguir sin ella por el momento, pero no logro hacerlos entender, querían permanecer a su lado así que solo suspiro rendida ante la discusión que se había suscitado.

Dos días antes de que el luto terminase, decidió volver a Seúl para visitar la tumba de su madre en forma de despedida ya que no sabía cuándo volvería. Sintió un pesar cuando recordó el momento en como entraba el ataúd por la entrada del cementerio y como tuvo que ver a su madre siendo sepultada cuatro metros bajo tierra.

―Tu realmente estabas feliz por mi llegada, fueron ellos quienes te arrebataron esa felicidad al decirte que debías hacerte cargo del hijo de otra y a mi ocultarme. ―dijo la pelinegra trayendo a su memoria las palabras que su madre había escrito en una página de su diario.

―Y creo que lo cumplió. ―Anna miro a Hyunjin quien estaba a su lado―. No se hizo cargo del hijo de otra, pero sí te ocultó solo para que no te dañará el peligro que se avecinaba.

―Ahora entiendo porque me sobre protegía y porque siempre les pedía a ustedes que me cuidarán y me siento mal. Me siento mal porque siempre renegué diciendo que estaba lo suficientemente grande para enfrentarme a todo, pero ahora... esto es algo que no puedo controlar del todo.

―Prometimos que estaríamos contigo y no romperemos esa promesa. ―Minho se arrodillo para dejar unos girasoles dentro del florero de concreto en la lápida y volvió a colocarse a un lado de la chica―. Solo no te separes de mí.

El carraspeo de garganta que hizo Jeongin provoco que Lee Know se arrepintiera de lo que pensó en voz alta.

―Quise decir que no te separes de nosotros. ―se corrigió riéndose de manera nerviosa. La chica encontró como tierno el acto.

―Prometo no separarme de ustedes. ―dijo sonriendo―. Ni de ti Minho.

Los dos se miraron manteniendo la sonrisa que estaba en sus rostros, los chicos se sentían mal tercio en la situación, pero consideraban que un cementerio no era el mejor escenario para un momento romántico así que Changbin fue el primero en romper la hermosa escena.

―Siento interrumpir tortolitos pero el avión nos está esperando, debemos volver a Austria.

Anna se quedó pensando durante unos cortos segundos hasta que asintió decidida.

―A partir de ahora, ―comenzó a hablar Jisung―, no eres idol, eres la futura emperatriz de Austria y nosotros seremos tus más fieles seguidores. ―sonrío dándole ánimos a la chica quien agradeció ante ello.

―Quiero que sean mis mejores amigos, como siempre ha sido, solo eso les pido.

Y despidiéndose de Caroline junto a un abrazo grupal el cual demostraba la fortaleza entre ellos, salieron del cementerio para subir a las camionetas que les esperaban fuera de éste.

Cuando llegaron al aeropuerto entraron por una puerta diferente, bajaron todos para subir hasta el avión el cual estaba preparado para despegar. Pero antes de que todos pudiesen subir, Jisung y Bang Chan detuvieron a Lee Know en las escaleras para hablar sin que el resto escuchará.

― ¿Hasta cuándo le vas a decir a Annie sobre tus sentimientos hacia ella?

―Y más importante, ¿cuándo le dirás sobre lo que su madre y tu hablaron hyung antes de que ella muriera?

―No es el momento.

― ¿Cuándo entonces? ―preguntó Chan―. Minho, ella será una emperatriz y le buscarán esposo porque no podrá gobernar sin estar casada, debes apresurarte o sino romperás la promesa que le hiciste a su madre.

― ¿Cómo podré estar seguro de que siente lo mismo por mí? ―atacó Lee con la pregunta que siempre le hacía dudar sobre su declaración.

―Oh vamos hyung, todos sabemos que le corresponde, no son muy buenos disimulando. ―declaró Jisung aventándolos de cabeza―. Eres muy valiente hyung, tienes muchas cualidades, no puede ser que te acobardes en esto.

―Saben que cuando se trata de ella soy una persona diferente, me hace ser así.

Chan y Jisung querían reírse del suspiro dramático que Lee Know había emitido, pero se evitaron ganarse la mirada asesina que el segundo mayor posee cada vez que algo no le gusta.

Y antes de que se ganaran un regaño por parte de la chica al ver que no subían, decidieron adelantarse y acomodarse en sus asientos. Minho se colocó enfrente de Anna y Hyunjin a quienes miro por unos instantes antes de desviar su mirada hacia la ventanilla.

Siempre se sintió inseguro de aquella amistad. Siempre sintió celos de todas aquellas muestras de cariño que mutuamente se daban. Siempre sintió la espina clavada en su corazón en cada momento en donde sus ojos volteaban a verlos.

Durante años escuchó y leyó los halagos hacia aquellos dos y de cómo se veían perfectamente juntos. Recordaba lo sucedido en el show de La Vacanza, aquel desfile en donde los dos mejores amigos habían asistido. Recordaba cada palabra de cada presentador, de cada persona acerca de la apariencia de ambos y de cómo lucían juntos, de cómo mantenían la química y ahí sintió por primera vez que su seguridad en sí mismo estaba desbordándose.

Jamás dudo de él. Sabía que cualquier persona podría caer en sus encantos. Aseguraba que nadie se evitaría caer ante él, pero él no quería a nadie que no fuera ella y ahora, gracias a las palabras de Chan sentía un miedo comenzando a invadirle el sistema nervioso.

Y mientras en su cabeza se mantenía un gran lío amoroso el cual no podía controlar, Anna, por otro lado, estaba sumida en lo que sucedería en cuanto llegase a Austria recordando en el proceso las últimas palabras que leyó de la última página del diario de su madre.

"Recuerda mantenerte siempre en el camino hija mía, no dejes que nadie te pisotee, no dejes que nadie te rebaje a nada. Sabes el valor, poder y coraje que posees. Si es necesario, quema las paredes de este palacio, hazlas arder en llamas para que todo mundo sepa quién eres tú en realidad y cobra venganza por lo que en un futuro sucederá".

Y no fallaría en ello.