blog | winrina +18

𝐭𝐰𝐨

𝗖𝗪! 𝗸𝗮𝗿𝗶𝗻𝗮 𝘁𝗼𝗽, 𝘄𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿 𝗯𝗼𝘁𝘁𝗼𝗺, 𝗳𝗹𝘂𝗳𝗳

Minjeong y Jimin estaban acostadas en su cama, jugueteando y haciéndose cosquillas como lo hacían habitualmente. Pero las juguetonas caricias se convirtieron en algo más. Los dedos de Jimin se arrastraron suavemente por el costado de Minjeong, recorriendo la curva de su cadera y la suavidad de su muslo. La respiración de Minjeong se agitaba cada vez más y la mayor notaba como el toque de sus dedos mandaba escalofríos al cuerpo contrario, entonces supo que su Minjeong quería más.

Inclinándose un poco, sus labios llegaron al suave cuello de Minjeong, dejando besos allí antes de pasar a su hombro. Podía sentir el cuerpo de la menor temblar bajo ella.

—Mmh, te sientes tan bien, bebé.— susurró Jimin, su aliento caliente chocando contra el oído de Minjeong.

Jimin siguió besando su cuerpo, mientras la palma de su mano se arrastraba en su muslo, sintiendo el calor de la suave piel. La respiración de Minjeong se hizo más pesada, y su cadera se elevó para encontrar más contacto de la mayor. Jimin sabía que estaba mojada, podía notar la humedad a través de sus bragas y el leve pero notorio palpitar de su clítoris.
La propia excitación de Jimin era evidente por como palpitaba su centro.

No pudo resistir más.

Jimin deslizó su mano dentro de las bragas de Minjeong, acariciando suavemente su clítoris hinchado. Minjeong jadeó, sus caderas se sacudieron bajo el toque de la mayor, intentó reprimir un gemido pero igual se le escapó. Echó la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados mientras Jimin seguía trabajando en su clítoris. Alentada por la respuesta de la menor, deslizó dos de sus dedos en su mojado y apretado coño. Las embestidas rápidas hacían que Minjeong se sacudiera y sus gemidos aumentaran.

Jimin no evitó la risa al ver la desesperación en los ojos de su novia, encantada con la sonrisa placentera que tenía gracias al buen trabajo que estaba haciendo con sus dedos.

—¿Estás bien, bebé?— preguntó con voz baja y sensual, Minjeong solo pudo jadear y sonreír en respuesta, sus ojos suplicando por más. 

Y Jimin supo que ese era solo el comienzo de la noche, que se volvería cada vez más intenso y excitante a medida que avanzara la noche.