el inicio

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En un mundo donde la oscuridad y la luz se entrelazaban como hilos invisibles, los cazadores de demonios luchaban incansablemente para proteger a la humanidad. Entre ellos, un grupo de Pilares destacaba por su valentía y habilidades sobrenaturales. Pero esta historia no se centra solo en la batalla contra los demonios; es una historia de amor, pérdida y redención.


*Ángel, una joven cazadora de demonios, había perdido a su madre, **Kana*, una reconocida Pilar de la Lava, en una feroz batalla en otro planeta. Kana había sido una leyenda, una mujer de fuego y coraje que había enfrentado a los demonios más poderosos. Ángel, sin embargo, era todo lo contrario: tímida, introvertida y temerosa de su propia sombra.


Cuando Ángel se unió al Cuerpo de Exterminio de Demonios, los otros Pilares la miraron con escepticismo. *Uzui Tengen, el Pilar del Sonido, y **Sanemi Shinazugawa*, el Pilar del Viento, no perdieron tiempo en acosarla. Uzui le lanzaba piropos extravagantes, mientras que Sanemi la intimidaba con su mirada fría. Pero Ángel no se dejaba amedrentar; su madre le había enseñado a enfrentar el miedo con valentía.


*Tomioka Giyu*, el Pilar del Agua, era diferente. Observaba a Ángel desde la distancia, sin decir una palabra. Sus ojos serenos parecían leer su alma, y su espada, la Danza del Dragón del Agua, la protegía en silencio. Giyu había perdido a su familia en manos de los demonios, y entendía el dolor de Ángel.


Una noche, mientras Ángel entrenaba en solitario, Giyu se acercó a ella. "No estás sola", dijo con su voz suave. "Tu madre estaría orgullosa de ti".Ángel se sonrojó. "¿Cómo lo sabes?"


Giyu la miró fijamente. "Porque veo su reflejo en ti. Eres valiente, incluso cuando el miedo te consume".Con el tiempo, Giyu y Ángel se volvieron inseparables. Él la entrenaba en la Respiración de Agua, y ella lo ayudaba a superar sus propios demonios internos. Pero el corazón de Ángel latía por otro Pilar: *Obanai *, el Pilar de la Serpiente.


Obanai era un hombre callado y misterioso. Su espada, la Danza de la Serpiente Venenosa, era letal y precisa. Ángel lo admiraba desde lejos, pero nunca se atrevió a confesar sus sentimientos. ¿Cómo podría alguien como ella enamorarse de un guerrero tan intrépido?


Un día, durante una misión en un planeta desolado, Ángel y Obanai se encontraron solos. La luna brillaba sobre ellos, y el viento susurraba secretos. Obanai la miró con sus ojos dorados y dijo: "Eres como un ángel caído del cielo".


Ángel tartamudeó. "Yo... yo no soy nada especial".


Obanai sonrió. "Para mí, lo eres. Tu valentía, tu ternura... me has cautivado".Ángel sintió que su corazón ardía como la lava de su madre. "¿Y tú? ¿Qué sientes por mí?"


Obanai la tomó en sus brazos. "Siento que estoy dispuesto a arder en el infierno si eso significa estar a tu lado".


Así comenzó su historia de amor, entre batallas y susurros bajo la luna. Giyu los observaba desde lejos, su corazón dividido entre el deber y el deseo. Pero Ángel sabía que su corazón pertenecía a Obanai, el hombre que la había salvado del abismo de la soledad.Y así, en medio de la guerra contra los demonios, Ángel y Obanai encontraron su propio paraíso. El fuego de su amor iluminaba la oscuridad, y su espada conjunta cortaba a través de las sombras. Juntos, enfrentaron su pasado y construyeron un futuro donde el amor era más fuerte que cualquier demonio.

Amor y demonios una combinación raraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora