Amor y demonios una combinación rara

capitulo 14 El cebo

*Douma* regresó a su hogar, el corazón en un puño. *Ángel* seguía desaparecida, y ahora su hijo también había desvanecido. El bebé, al que habían llamado *Kazuki*, era su última esperanza, su razón para seguir luchando.

La casa estaba en silencio. *Douma* buscó en cada habitación, llamando a su hijo, pero no hubo respuesta. Las paredes parecían cerrarse sobre él, y la oscuridad se cernía en cada rincón."*Kazuki", susurró **Douma*, su voz temblando. "¿Dónde estás?"

Pero no había señales del bebé. Las mantas de la cuna estaban intactas, como si nunca hubiera estado allí. *Douma* recordó la advertencia de *Muzan: **Hustin* era solo un cebo. ¿Y si *Kazuki* también lo era?

La desesperación lo invadió. *Douma* salió corriendo de la casa, buscando en los alrededores. Pero no había rastro de su hijo. La luna brillaba en el cielo, pero no ofrecía consuelo.

Entonces, una figura apareció ante él. *Muzan* se materializó, su sonrisa retorcida. "¿Buscas a tu hijo?" dijo. "Es inútil. Lo he llevado a un lugar donde nunca podrás encontrarlo".

*Douma* apretó los dientes. "¿Por qué?" preguntó. "¿Por qué nos haces esto?"

*Muzan* se encogió de hombros. "Porque puedo", respondió. "Porque soy el amo de las sombras, y ustedes son simples mortales. Vuestra felicidad me divierte".

La ira ardió en el pecho de *Douma*. "Te enfrentaré", juró. "Te detendré, aunque sea lo último que haga".

Pero *Muzan* se rió. "Tus esfuerzos son inútiles", dijo. "Tu hijo está en otro plano, fuera de tu alcance. Y *Ángel* también. No puedes salvarlos".

*Douma* cayó de rodillas, impotente. Había perdido a su familia, y ahora, incluso su hijo había sido arrancado de su lado. Pero no se rendiría. No mientras hubiera una chispa de esperanza.

Así, *Douma* se levantó, con los ojos fijos en la luna. Buscaría a *Kazuki, enfrentaría a **Muzan*, y haría todo lo posible para recuperar a su familia. Pero sabía que el camino sería oscuro y peligroso.

La historia de *Douma* y *Ángel* continuaba, una saga de amor, sacrificio y valentía en un mundo donde las sombras acechaban en cada esquina. Y en su corazón, la promesa de reunirse con su hijo seguía ardiendo como una estrella en la noche.