Amor y demonios una combinación rara

preocupación

Pasó un mes desde aquel momento íntimo entre Tomioka y Ángel. El tiempo se deslizaba como arena entre sus dedos, y la maldición de Douma persistía, implacable. *Tomioka solo tenía 80 días de vida*, y cada amanecer lo recordaba con crueldad.

Ángel, sin embargo, comenzó a experimentar síntomas inusuales. Las náuseas y los mareos matutinos se apoderaron de ella. Al principio, pensó que eran efectos colaterales de la maldición, pero algo en su interior le decía que había algo más. ¿Podría ser posible? ¿Un nuevo giro en su destino?

En el camino hacia la finca de Mitsuri, Ángel se tambaleó. Las náuseas la asaltaron, y la oscuridad se cerró a su alrededor. Se desmayó, su cuerpo cayendo como una hoja al viento. Horas pasaron, y Tomioka, angustiado, llamó a Mitsuri. La preocupación tintineaba en su voz mientras explicaba la ausencia de Ángel.

Mitsuri también estaba inquieta. Cinco horas sin noticias eran demasiado tiempo. ¿Qué le habría sucedido a Ángel? Tomioka no esperó más. Salió corriendo hacia el bosque, siguiendo su intuición. Y allí, entre los árboles, encontró a Ángel: desmayada, lágrimas en sus mejillas pálidas.

"Ángel", susurró Tomioka, arrodillándose junto a ella. "¿Qué te pasa?" Sus ojos se encontraron, y en ese instante, supo que el destino había tejido un nuevo hilo. El amor y la incertidumbre se entrelazaban, y la vida misma pendía en la balanza.

Ángel abrió los ojos, confundida y asustada. "Tomioka, ¿qué está pasando?"

Él la sostuvo con ternura. "No lo sé, pero juntos descubriremos la verdad. No estás sola en esto, Ángel. Lucharemos contra la maldición, incluso si es nuestro último aliento."

Y así, en el bosque silencioso, dos almas heridas se aferraron a la esperanza. El tiempo corría, implacable, pero el amor era su ancla. *¿Podrían encontrar una respuesta antes de que el reloj llegara a cero?* 🕰❤