Amor y demonios una combinación rara

la pasion y los latidos

La noche se extendió como un manto oscuro, y los cuerpos de *Ángel* y *Douma* se entrelazaron con una pasión que no conocía límites. Entre besos y caricias, sus corazones parecían alinearse, como si hubieran encontrado el ritmo perfecto.

Ángel se quedó dormida, su respiración tranquila y su rostro sereno. Douma la observó, su mirada llena de asombro y deseo. Había caído irremediablemente bajo su hechizo. Pero ahora, en la quietud de la noche, no sabía qué hacer.

El amor era un territorio desconocido para él. Durante siglos, había sido un demonio solitario, sin ataduras ni compromisos. Pero Ángel había cambiado todo eso. Su corazón, una vez endurecido por la oscuridad, ahora latía con una intensidad que lo asustaba.

Douma acarició el cabello dorado de Ángel, sintiendo la suavidad entre sus dedos. ¿Cómo podía protegerla? ¿Cómo podía mantenerla a salvo en un mundo donde los demonios acechaban en las sombras?

La respuesta estaba en su corazón. Aunque no sabía qué deparaba el futuro, estaba dispuesto a luchar por ella. Porque, en esa noche eterna, había encontrado algo más valioso que cualquier trato o promesa: había encontrado el amor.

Y así, mientras la luna brillaba sobre ellos, Douma se prometió a sí mismo que no dejaría que Ángel se alejara de nuevo. No importaba el precio que tuviera que pagar. El destino había tejido sus hilos, y él estaba dispuesto a seguirlos hasta el final.

La noche era su testigo, y el amor, su guía. Juntos, Ángel y Douma se sumieron en un sueño profundo, donde los secretos y las pasiones se entrelazaban en una danza sin fin.