𝖀𝖓 𝕯𝖗𝖆𝖌ó𝖓 𝕰𝖓𝖆𝖒𝖔𝖗𝖆𝖉𝖔

capitulo 12

Aemond: dígame princesa que pasa?

Amiel: bueno mi príncipe mmm como lo digo, bueno últimamente e estado escuchando algunos rumores, claro no los creí pero creo que debo comentárselo antes de que lo escuche por alguien más y se pueda molestar

Aemond: que clase de rumores?

Amiel: es algo bastante tonto la verdad, dicen que usted está enamorado de mi y que esta alejando a todos los hombres de este castillo y prohibiendo que me dirijan la palabra jajajaja es ridículo

Aemond: entiendo, que se le hace ridículo?

Amiel: bueno en si todo lo que le acabo de decir, a usted no le parece parece ridícula esa mentira?

Aemond: No

Amiel: de que habla?

Aemond: amiel e tratado de ser bastante paciente contigo pero me estoy empezando a fastidiar, usted sabe que desde que era niño estoy enamorado de ti, que no te he podido olvidar, todo este tiempo que te fuiste morí en vida y ahora que te tengo de nuevo no pienso dejarte ir

Amiel: príncipe no se que decir a esto, pero yo ya estoy comprometida alguien de mi país, aparte no puedo corresponder a su amor, así que lo siento...

Amiel camino unos cuentos pasos antes de sentir el agarre de aemond, un tanto brusco pero soportable, estaba segura que el no le haría nada, aunque un recuerdo inundó su mente y era que de niño tenía unos enojos de miedo, que le esperaba ahora......

Amiel: Aemond que te pasa sueltame..

Aemond: comprometida??, claro que no, tu serás mi esposa te guste o no

Amiel: claro que no, tu no puedes decidir por mi, más aparte en una semana nos vamos y eso no lo vas a impedir, así que suelteme.

El príncipe estaba enojado, se había contenido tanto que ahora no encontraba la manera de ocultar tanto enojo y en un movimiento fuerte aventó ala princesa en la cama, subiéndose arriba de ella y meter una pierna entre las de ella....

Aemond: irte?, claro que no mi princesa, sabes que debería hacerte un hijo que te parece?, si es lo mejor debo sembrar un hijo para que no te vayas y que el bastardo con el que estás comprometida, no le quede más que desaparecer, así que adivine mi proncesa, hoy la dejaré tan llena de mi semen  que te escurrira de tus hermosas piernas, te cogere hasta hasta asegurarme que deje un hijo mio en ti...... eres mía amiel...