Santuario
Laila cayó pesadamente sobre la tierra, frente a ella una mujer de armadura violeta la miraba, su cabellos eran púrpuras y rizados, sus labios negros disentían con su piel pálida y sus ojos verdes eran desafiantes y amenazadores. Laila no supo en qué momento aquella mujer, le había acertado cantidad de golpes que la dejaron fuera de combate más rápido de lo que ella hubiera querido. A lo lejos vio a Marín luchar con la otra mujer, quien no se le estaba poniendo fácil tampoco, por lo que no pudo apartar la idea de que todos allí iban a morir y ella no se sentía con fuerzas para continuar.
-Te conozco -dijo la sueca sin aliento-. Eres Naule, tú me presentaste con Camus. Lo recuerdo.
La otra no contestó, por lo que Laila se arrojó con fuerza hacia su adversaria quien en un rápido movimiento la interceptó clavándole un fuerte rodillazo en la zona del abdomen. La sueca recibió el impacto que la dejó sin aire, y antes de caer al suelo por el dolor, Naule la golpeó severamente en el rostro lanzándola unos cuantos metros adelante.
-Dime Laila, ¿para que las mujeres guerreras de Athena tenían que usar máscara? -le preguntó mientras la levantaba por el pelo-. ¿Acaso es para que el enemigo no destruya sus rostros? Deberías ponerte tu máscara, Laila. Ese bello rostro quedara arruinado -continuó dán
dole una fuerte patada que le rompió el tabique por el golpe. Laila quedó boca arriba con la cara llena de sangre-. Dime una cosa: ¿Por qué no obtuviste una armadura, Laila? -La sueca intentó inútilmente ponerse de pie-. Es porque eres débil, ¿cierto? ¡Vamos, levántate!
Laila con el rostro destrozado y escupiendo sangre logró después de mucho esfuerzo ponerse de pie, miró con desprecio a la mujer delante suyo.
-¡Eres una maldita desgraciada! -logró articular, la visión se le dificultaba.
-Te contare un secreto, pequeña Laila. Sé porque usan aquellas máscaras -explicó, Laila le sostenía la mirada con soberbia-. Déjame recordar bien, decía más o menos así: 'Mujer que has llegado a la tierra de Athena, hoy te desprenderás de aquello que significa feminidad, como una guerrera pelearás, demostrarás tu fuerza, utilizarás la máscara como signo de que toda fragilidad desaparece de tu cuerpo. Aquel hombre que ose mirar por debajo de ella, deberá morir, pero si tu corazón y orgullo es débil, amarlo es tu deber. Pues así Athena lo designa. Si ignoras esta regla deberás sucumbir por la ira de tus compañeras o de ser necesario has de tomar tu vida por tus propias manos'.
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Sin Escape V.2
FanfictionTras la batalla contra Artemisa y Apolo, Saori sella los recuerdos de sus guerreros para su protección. Después de diecisiete años, una nueva amenaza surge. Aunque los santos han construido una vida, Athena se ve forzada a hacerlos regresar al campo...