Perdido en tu mirada [Rubiusplay]

03 | Pasta

03

El sonido del sartén en la cocina era música al cocinar, como el tocino se estaba volviendo frito y soltaba todo su grasa deliciosa. La música pop de fondo era un buen ambientalista para el rubio albino que caminaba de un lado a otro, cuidando que la comida no se le fuera a quemar.

Termino de servir el zumo en la jarra, colocándola en el centro de la mesa, la fruta picada en un pequeño bol a los costados, los cubiertos con servilleta, café no podía faltar. Una vez que el tocino termino de cocinarse los coloco en cantidades proporcionales en cada plato, y en el sartén comenzó a freír un par de huevos estrellados.

Y finalmente, terminando de servir el desayuno, coloco ambos platos en su lugar listos para su consumo. Uno delante del otro.

Rubius estaba dispuesto a avisar a su esposo que el desayuno estaba listo, pero este se adelanto y parecía demasiado apresurado.

__ ¡Se me hizo tarde! __exclamo Vegetta, mientras se colocaba rápido su saco__ ¿donde esta mi corbata roja?

__ Eh, eh, debe estar en tus cajones... donde siempre las guardo.

__ ¡Si estoy preguntando es porque no están en su lugar Rubius! ¿donde esta? __dijo algo molesto__ ve a buscarla, necesito ya irme.

__ ¿N-no vas a desayunar? pre-prepare tu...---es interrumpido.

__ ¿No me escuchas? se me hizo tarde y tengo una junta muy importante, ya comeré algo en la oficina no importa, joder __caminaba de un lado a otro. Rubius sintió feo por el desperdicio de comida y bueno también el empeño que quiso dar en un detalle a su marido. Miro los platos soltando un suspiro con pocos ánimos.

__ ¡Rubius! __lo llamo, este le miro rápido__ ¡La corbata!

__ S-si...

Corrió a la habitación, la busco donde efectivamente le había dicho que estaba y al regresar se la dio, planeaba ayudarle como siempre a ponérsela pero se la quito y se la coloco el mismo.

Rubius solo miro como se apresuraba para irse.

__ Escúchame, Luzu y Auron vendrán por la tarde a dejar unas cosas, espero llegar a tiempo, no quiero que vean desordenada la casa ¿si? así que limpia bien las cosas y les ofreces algo de beber o comer, espero llegar a tiempo.

__ Claro.

__ Vale, me voy.

Rubius se había intentado acercar para darle un beso de despedida, pero Vegetta ni lo noto y salió rápido de la casa, dejando a Rubius con una inmensa soledad.

__ Te amo, adiós __dijo en voz baja.

Claro que era demasiado sensible, el que sea cada vez más distante, menos cariñoso o lo que sea con el, le afectaba y le bajaba los ánimos. Sobre todo porque trataba mucho de hacerlo feliz, le mantenía todo en orden realmente, tenia detalles con el pelinegro, pero parecía como si todo fuera en vano siempre.

Se puso a llorar un rato, al sentirse tan solo y menos preciado.

Cuando ya estuvo lo suficiente con un poco de fuerza y poder comenzar a limpiar, ni siquiera toco el desayuno decidió que lo guardaría como su comida, ordeno toda la casa. Tampoco tenían un desastre ya que Vegetta era muy ordenado y Rubius agarro ese habito.

Vio el reloj y no sabia muy bien a que hora llegarían los amigos de Vegetta. No le caían mal, al contrario eran muy buenos con el, sobre todo Auron era un tipo con un humor muy bueno y le hacía sentir muy cómodo las veces que han salido con ellos.