𝖣𝗂𝖾𝖼𝗂𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾

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—Eres nueva, ¿Verdad? —preguntó una pelirroja mientras se recargaba en un casillero, viendo a la de ojos grandes que sólo la examinó de pies a cabeza y asintió.—Y eres amiga de Yoo Jimin, ¿Verdad?

—Sip, ¿Se te perdió algo por aquí? —alzó su ceja mientras intentaba cerrar su casillero, pero la otra no la dejó. —Disculpa, si no quieres que te rompa los dedos aléjate de
mi casillero.

—No serías-

Y antes de que la otra pudiera finalizar, Ningning ya había cerrado su casillero, sin importarle que los dedos de Aeri estuvieran en el metal. La de mechas rubias azotó la
puerta y disfrutó tanto cuando la otra gritó y se retorció intentando sacar sus dedos. Sólo la vio, diciendo un 'te lo dije' y después de un minuto se dispuso a abrir la puerta de su casillero para dejarle libre.

—Y te juro que se me fue la mano, no vi que Aeri tenía sus deditos en mi casillero, ¿Estás bien, Aeri —preguntó falsa mientras daba una sonrisa cínica, viendo sus dedos vendados, y la afectada sólo veía cómo Jimin quería aguantar su risa.

—Entonces ella por accidente metió sus dedos ahí —su mano en su boca para evitar soltar la carcajada y vio a su mejor amiga preocupada por la mano de Uchinaga. Eso le quitó las ganas de reírse, así que sólo fingió otra sonrisa.

—Jimin y yo vamos a caminar por ahí para hablar, tenemos que discutir un proyecto de taller y Ningning jaló el brazo de la mencionada, que sólo veía cómo Minjeong ni
las había escuchado por estar cuidando a Aeri.

Minjeong ayer sólo había tenido sexo Con ella sólo para liberar la tensión que tenían por haberse gritado y reclamado algunas cosas que habían explotado en el momento, y se dio cuenta cuando la menor le preguntó
'¿Qué ibas a decir antes de que te besara?'.

Jimin mostró levemente su decepción ante eso, haciendo a Ningning abrazarla y que la otra correspondiera el abrazo.

—Pensé que me había entendido, pero cuando me dijo que no, yo ya estaba literalmente muerta por el sexo —llevó sus manos a su rostro y suspiró, comenzando
a notar que a sus manos caían gotas y sus ojos comenzaron a arder. —Soy una cobarde, idiota, mamá estaría tan decepcionada de mi si me viera en este
momento.

—¿Ella sabe?

—Al parecer todo mundo sabe que me gusta Jeong menos ella —habló brusco, y Ningning sólo hizo un puchero y la abrazó, mostrándole su apoyo.

—Tengo la tarde libre, si quieres podemos ir a mi casa para que puedas llorar bien —palmeó su hombro cuando la dejó de abrazar, pero Jimin sólo la vio, sonrió, y se acercó a abrazarla, hundiendo su nariz entre el hueco del hombro y cuello de la otra.

Ningning sólo volvió a abrazarla, consolándola, y apenas Minjeong vio la escena, sintió algo horrible en su corazón,
algo que sintió pocas en su vida pero dolía toda una.

Para asegurarse de que no la vieran se escondió detrás de una pared para seguir escuchando, y salió un poco para ver.

—Gracias por dejarme llorar —limpió sus lágrimas, y vio a Ningning de nuevo. —Mamá me mataría si se entera que
lloré frente a alguien por eso.

—No, está bien, duele, gracias por abrirte de esa forma conmigo para aliviar un poco tu corazón —¿Se abrió con Ningning? ¿Con algo de su madre?

Minjeong mordió sus labios al pensar que Jimin estaba perdiendo poco a poco la confianza con ella como para no contarle un suceso con su familia que siempre le
contaba. Tragó saliva, notando que volvieron a hablar.

—¿Está bien si hoy voy a tu casa? Tomaré tu ayuda con eso de desahogarme en paz, ya sabes, no hablaría de esto con Jeong porque no sabría cómo decirlo, cómo ocultarlo para que ella no sepa.

—Pero tienes que decirle, qué sentido tiene revolver las cosas —Jimin no quería que se enterara de algo, y frunció su ceño al pensar que haber tenido sexo con ella el día
anterior había sido una horrible confusión que hizo asquear a la otra.

¿El tener sexo con ella le estaba haciendo perder la confianza? Minjeong llevó sus manos a su boca para evitar quejarse.

—Ayer tuvimos sexo, y fue increíble —no le asqueaba tener sexo con ella y suspiró de alivio, pero luego frunció su ceño al saber que Ningning sabía, sabía de eso. Abrió su
boca ofendida. —Pero realmente, si a ella le gusta Aeri no entiendo por qué me utiliza.

—Tal vez tú le gustas, no sé, yo tampoco obligaría a mi mejor amiga a tener sexo conmigo aun cuando mi crush me hizo caso —una risa burlona de la otra, haciendo a la
castaña ofenderse de nuevo.

¿Acaso la idiota de Jimin no aceptaría que su mejor amiga tuviera sentimientos románticos por ella? Apretó sus puños mientras intentaba escuchar mejor.

—A ella le gusta Aeri, ve cómo la ve, la ve cómo si todo existiera.

—Jimin, a ti también te ve como idiota —gracias, gato estúpido.

—No seas idiota Yizhuo, yo jamás le gustaría a Minjeong, tal ve-

—¡Jeong-ah! —y la castaña maldijo detrás de su pared del chisme para voltear a ver a una pelinegra caminar a ella. —Hace tiempo que no hablamos.

—Ah, sí, Jisu unnie, hace mucho, emm...

—Recuerdas que tenías todo un plan para decirle todo a Yeji de una vez? Déjame decirte que funcionó, ahora ella y yo tenemos una relación y quería agradecerte por eso —una reverencia de la mayor, haciendo a Minjeong sonreír, y cuando la otra se puso recta, la castaña la abrazó feliz.

—Te dije que iba a funcionar de esa forma, siempre hay que directas, es la única forma en la que funcionan las cosas —se sintió idiota de dar un consejo que ella jamás tomaría, pero vio a la pelinegra que sonrió viéndola.

—¿Qué haces aquí sola, Jeong-ah? —preguntó ladeando su cabeza, y Minjeong sólo la detuvo.

—Estaba apreciando el paisaje de la pared, creo que había un clavo mal puesto —la tomó de la cintura y la comenzó a guiar a otro lado opuesto donde estaban la de
mechas rubias y la pelinegra hablando.

𝖣𝗂𝖾𝗍 𝖮𝖿 𝖲𝖾𝗑 - 𝖶𝗂𝗇𝗋𝗂𝗇𝖺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora