𝖵𝖾𝗂𝗇𝗍𝗂𝗎𝗇𝗈

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—¿Tenías algo que decir? — Minjeong sonrió mientras la veía atenta a los ojos, sonriendo, y después sus manos fueron a sus hombros para acariciarlos y robarle algo de respiración a la otra, que asintió tierna.

—Sí, Jeong, quiero que sepas que desde hace tiempo me he estado sintiendo así, realmente no me puedo controlar y... estoy diciendo lo primero que se me venga a la mente para poder confesarte que-

La menor abrió sus ojos al escuchar que su mejor amiga estaba apunto de confesarle algo que estaba guardando desde hace tiempo y su mente comenzó a juntar cosas.

Con Yizhuo estaba hablando sobre cosas sobre gustarle a las amigas, y sonrió. Si Jimin decía sus últimas palabras, ella iba a besarla, sólo si la mayor soltaba las palabras
'Me gustas desde hace tiempo.'

Pero un timbre las interrumpió.

—¡Minjeong, te buscan en la puerta! —ambas negaron al mismo tiempo, viéndose.

—Di lo que ibas a decir —se abofeteó al momento de decirlo y no decir un 'yo igual me siento de esa forma' pero es que en realidad no sabía lo que iba a decir Jimin.

Si tal vez estaba hablando con Yizhuo para pensar si le gustaba y si le confesaba que tenía sentimientos por alguien más iba a reaccionar de manera mala. Minjeong
comenzó a respirar de manera pesada.

—Me gus-

Pero antes de que hablara una pelirroja había entrado a la habitación, sorprendiendo a ambas.

—¿Qué haces aquí?

—En la escuela dijiste que por mis dedos rotos podías prepararme un rico pastel —la castaña había olvidado eso y sólo estaba pensando en Jimin al momento de hacer
el pastel, pensando en que a ella le encantaría y que sentiría su amor en él. Minjeong arqueó sus cejas.

—Ah, creo que, papá se lo comió —dijo nerviosa mientras dejaba de acariciar a su amiga y se dirigía a Aeri, sonriéndole falsa. La pelirroja sólo sonrió mientras veía el rostro furioso pero al mismo tiempo confundido de Jimin, y sostuvo de la cintura a la otra, viéndole.

—Pues llegué y realmente tengo ganas de algún postre, ¿Te gustaría adelantar la cita del jueves a hoy? —Minjeong  vagó entre Aeri y su amiga, que sólo sonrió mientras le
daba una sonrisa media a la pelirroja, acercándose y bajando la mirada para verle un poco.

—Pueden ir a su cita, yo sólo vine para comer de un delicioso postre que Minjeong me invitó —vio su mano vendada, y rió burlona. —¿Puedo firmarla?

—Oh, si gustas, no pensé que te gustaría-

Pero un 'Asshole' hizo que su voz comenzara a bajar.

Jimin palmeó su hombro, sonriente.

—Disfruten su comida.

—Jimin, espera, ven —Minjeong logró interceptarla antes de que saliera de su casa y la miró. —Por favor, di lo que
ibas a decir.

—Ya no importa, no tiene importancia eso.

—Dilo ahora, por favor, necesito saberlo.

Jimin sólo evitó mirarla y después sonó su nariz con el dorso de su mano, ocultando una lágrima que había amenazado con salir. Ahora la idiota iba a ser ella. Sólo
suspiró.

—No importa, disfruta tu cita con Aeri.

Y salió de la casa para dirigirse a su carro, subirse, ignorar a la Minjeong que la veía desde la entrada con un gesto preocupado. Sólo se despidió alzando la mano, sonriendo y gesticulando un 'Nos vemos luego'.

Sólo lo echó a andar, manejó hasta su casa, y antes de que se bajara comenzó a llorar, llevando sus manos a su rostro para evitar que las lágrimas bajaran de sus ojos y
cayeran en sus manos, sólo que con eso cortó el camino.

Comenzó a respirar pesado, y sólo había una persona en todo el mundo que quería golpear hasta dejarlo inconsciente.

No era Aeri, era ella misma.

Ella misma se dio una bofetada mientras veía su mano, y después llevó estas a su cuero, jalándolo, y no se dio cuenta que había comenzado a sollozar hasta que
escuchó el primer sollozo doloso. Echó su cabeza atrás.

Minjeong se lo había pedido no una, sino tres veces y ella no pudo abrir la boca más que para hacerse sentir peor persona en todo el mundo. Volvió a golpearse, ahora
cerrando sus puños, y después sus manos cayeron a sus piernas cubiertas por su pantalón. Sólo notó que las lágrimas habían comenzado a bajar ese pantalón deportivo, y después escuchó el ruido de la lluvia afuera.

Suspiró, después tragó saliva, y salió del carro, tomando su mochila y caminando a la casa sin importarle mojarse en el camino. Sólo entró, notando que su madre
estaba en el celular en la sala y su papá estaba viendo el horno distraído. Ninguno volteó a verla y supuso, habían peleado.

Suspiró mientras entraba y caminaba a su cuarto, agradeciendo que nadie había preguntado por qué estaba mojada. Había agradecido tanto eso. Sólo se cambió, alisó su húmedo pelo y volvió a bajar,
encontrándose con la misma escena.

Sólo llegó y tomó agua, viendo a su hermana usar el celular en la mesa. Volteó a ver a su padre.

—¿Qué estás haciendo?

—La cena.

Iba a pasar más tiempo en la panadería por lo que estaba cocinando la cena para que sus hijas comieran.

Asintió mientras hacía una mueca, y vio una
notificación en su celular.

Ningning: ¿Le demostraste a Minjeong que eres un tigre?

Negó para sí misma mientras volvía a su habitación y comenzaba a marcarle, escuchando un rugido al instante.

—¿Le mostraste que eres un tigre?

—Llegó Aeri a arruinarme todo mientras me le confesaba a Minjeong, en este instante están teniendo una cita —escuchó cómo la otra golpeó algo y la pelinegra se asustó, alejando su celular. —¡¿Qué carajo?!

—¡Estoy furiosa! ¡Te juro que mañana le rompo los dedos de la otra mano, Jimin!

—¿Le rompiste los dedos por mi?
—preguntó, llevándose una mano a la cintura y frunciendo el ceño hasta el punto que dolía, y el no escuchar supo que tenía una respuesta. —No, no, no debes-

—Lo hice porque ni tú ni yo la aguantamos, pero más por ti, debe sufrir.

—No debe.

—¿Por humillar a Minjeong? Debe hasta romperse el brazo, no te preocupes, mi papá tiene un contacto que tiene un bate y un disfraz de payaso para poder decir 'Ya te cargó el payaso'.

Jimin rió por el chiste, pero lo primero que dijo le hizo entrar en razón.

—No quiero que vuelva a humillar a Jeong, nunca, no quiero que nada malo le pase, me sentiría muy mal si eso llega a suceder.
—suspiró, y después llevó su vista a una hoja
de máquina que estaba escondida entre todos sus documentos. —Sherlock, hace un tiempo le escribí una canción a Jeong...

—¡Qué romántica! ¿Ya la acabaste?

—Huh, ya, y la tengo lista para tocarla en
guitarra, ¿Sería algo cursi si me le declaro de
esa forma? —¿Ahora si tienes los huevos para hacerlo? —Jimin sujetó la hoja y la sacó, y sacó su guitarra, asintió ruidosamente.

—¿Crees que puedas escucharla para decirme tu opinión?

—Sólo envíame la letra y el instrumental, no
quiero escucharla porque sólo Minjeong debe hacerlo —y asintió, poniendo en altavoz el celular para mostrarle el sonido de la guitarra.

Mientras estaba afinando, la otra preguntó.

—¿Hace cuánto escribiste la canción?

—Hace un año —y comenzó a tocar para evitar más preguntas incómodas a ella.

𝖣𝗂𝖾𝗍 𝖮𝖿 𝖲𝖾𝗑 - 𝖶𝗂𝗇𝗋𝗂𝗇𝖺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora