𝖣𝗂𝖾𝗍 𝖮𝖿 𝖲𝖾𝗑 - 𝖶𝗂𝗇𝗋𝗂𝗇𝖺

𝖵𝖾𝗂𝗇𝗍𝗂𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈

— Te amo —Minjeong habló de forma cortada mientras sentía que la pelinegra hundía su rostro en el valle de sus pechos, besando ahí. Desde que vio las marcas que había dejado en su cuerpo no le volvió a chupar o morder, solo la besaba, lamía y acariciaba.

La mayor solo volvió a besarla ahí mismo, sonriendo, y se separó, viéndola. Solo movió un poco sus muslos para bajarle un poco para verla. Sonrió mientras se pegaba más a la pared y sostenía las manos de la menor,
sonriendo.

— ¿Se siente bien? —La menor asintió al mismo tiempo que llevaba sus manos a la nuca contraria, enredando sus manos en el cuero de la otra, y rió. Jimin se movió lenta mientras Minjeong gemía más fuerte.

Se siente mejor que la primera vez Jimin, pero volvió a gemir al sentir que Jimin sostuvo su rostro, haciéndola ver.

— ¿Se siente mejor que con Aeri? Minjeong la vio fijamente a los ojos, y asintió, acariciándola.

— Todo contigo se sentirá mejor...

La pelinegra relamió sus labios mientras sus labios volvían al cuello de la otra, besándola, pero rió. Volteó a verla mientras sostenía sus manos, poniéndolas en su corazón.

— Es porque... es porque te amo —Los ojos de la castaña comenzaron a llenarse de agua al mismo tiempo que ella igual acunaba el rostro de Jimin, acariciando sus mejillas con sus pulgares. —Cuando haces algo con una
persona que te ama, si-sientes que es, mejor que hacerlo con otra persona, y viceversa.

— Yo igual te amo, Jimin, tú fuiste la culpable de que me enamorara de ti en todos los aspectos. La pelinegra solo comenzó a arquear sus cejas mientras sentía que sus ojos se llenaban de agua y la veía fijamente, sonriendo.

Sus manos comenzaron a acariciar sus hombros y en un pequeño movimiento estaban en la cama de nuevo.

Jimin había vuelto a mover sus caderas de forma lenta, haciendo gemir a Minjeong mientras la veía fijamente y sonreía, relamía sus labios.

Definitivamente ambas eran las culpables de enamorarse en todos los aspectos posibles.

Porque Jimin amaba a tanto a Minjeong. Un gemido alto de la menor le indicó que esta había llegado al orgasmo, así que ella comenzó a moverse un poco más rápido para venirse ella también. En cuanto lo hizo, solo se separó de ella y se acostó a su lado, viéndola fijamente.

La pelinegra se acostó bajo pecho, pero viéndola sonriente.

Los rasguños de su espalda no ardían para nada, no estaba agotada y mucho menos triste, pero al mismo tiempo quería llorar y dormir. No decidió por cuál.

Minjeong se ladeó para verla y la besó, pero la pelinegra tomó un paso y comenzó a entrometer su lengua en la cavidad bucal de la otra, comenzando a acariciarse. Solo se separaron y un rastro de saliva las unía.
Ambas tenían un gran sonrojo, pero solo rieron.

— ¿Entonces?

— Sólo me queda terminar con Aeri y tú con Yiz-

— No, no somos nada más que amigas, nada sentimental —Minjeong buscó un rastro de mentira en sus ojos, acercándose más, así que sólo entrecerró sus ojos.

— ¿Segura?

— ¿Po-por qué? —Tragó saliva al recordar lo que había pasado el sábado. La vio a los ojos. Minjeong solo pensó en si decirle la verdad o no.

— Pues, no-no lo sé... Todos los problemas que han tenido hasta ahora habían sido porque no habían tenido hasta ahora habían sido porque no habían hablado, así que la menor suspiró- El sábado las escuché tener sexo.

— Oh...

— Y de verdad quería saber si ustedes no son nada porque quiero que si llegamos a tener algo, no seamos amantes, aunque en este instante lo somos —Jimin negó, riendo. —No te rías, la pasé mal ese día...

— Y yo igual, me enteré que tú y Aeri ya son novias Minjeong suspiró.

— Ella me lo pidió y yo solo tuve que aceptar porque pensaba que tú y Ningning eran novias... ¡Todo esto pasa por no hablar!  —Jimin solo torció sus ojos, y vio la almohada.

— ¿Escuchaste? —Sí... La mayor se acostó de espaldas y buscó su mano, y la besó —No me trates de endulzar, Jimin...

— No lo hago, pero, no te sientas mal por eso, ¿Si? —Y la otra asintió, sonriendo.

[....]

        
— Yo también le gusto —Ningning abrió su boca y sonrió, abrazándola.

— Sabía que este día iba a suceder tarde o temprano, Dios, me alegro, ¿Cómo lo hicieron? Jimin solo sonrió mientras levantaba sus cejas y comenzaba a jugar con el borde de su falda, carcajeando.

— Tuvimos sexo, le dije que la amo, y ella me dijo que igual me ama, ahora ella va a terminar con Aeri porque no quiere que seamos amantes.

— ¿Y estás segura que la va a terminar?
—Asintió, señalando a una castaña que llegó hasta ellas y abrazó a la pelinegra, dejando un beso en su mejilla.

— Entonces, le digo que quiero terminarla... —Ambas asintieron —Estoy nerviosa, nunca había terminado una relación, siempre me terminan.

Jimin solo la vio, la tomó por los hombros, y sonrió, dándole ánimos.

— Tú puedes, ¿Si? —Asintió de nuevo, tragó saliva, y rió. Solo volvió a besar su mejilla y a caminar hacia la pelirroja que igual estaba entrando a la escuela y la detuvo.

Jimin y Ningning caminaron más cerca para escuchar.

— Hey-

— Hola, hermosa —Un beso sonoro y Ningning vio cómo la menor hizo un gesto, apartándose. — ¿Pasó algo?

— Mira, la verdad es que no eres lo que pensaba y creo que lo mejor sería terminar porque...

— ¿Perdón? ¿Te-terminar? —Aeri tragó saliva nerviosa mientras veía a Minjeong ver nerviosa el suelo, carraspeó . —Hey, Jeong, mira, no-no no hay que terminar ahora, ¿Si? Es sólo que-

— No, yo quiero terminar, no eres lo que esperaba y pensé que me gustabas, pero-

— Tú eras la perra que estaba buscando mi atención...

Jimin iba a salir pero Ningning la detuvo, rogando por una defensa de la castaña.

— Y ahora tú estás siendo la perra que está rogando por mi, ¿Hay alguna diferencia?

— Jeong, espera- por favor, ve- ¡Ven aquí! —Y un quejido de la otra hizo que saliera del escondite, con el ceño fruncido y con los puños listos.

Así que en cuanto vio una pequeña marca rojiza en la mano de su menor, ella vio a Aeri, y apretó su mandíbula.