I: Bienvenido a la U.A.

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«Me fui bien a la conchetumare.»

Kinari Lycalpe habría ingresado a la U.A ligeramente más tarde que el resto de alumnos, al haber postulado a la hora acordada pero haciendo un viaje que llevó varios días en desarrollarse. Su viaje desde el Suroccidental al continente Euroasiático fue un poco complejo, por términos de gestión y por sobre todo, tiempo.

¿Postular a la U.A en Japón, cuando vives en América del Sur?

Bueno, su madre japonesa estaba de acuerdo con su padrastro chileno que era lógico que su hijo pudiera estudiar en la más prestigiosa academia del Oriente, por recomendaciones de su padrastro héroe desde su país natal. Aún estando en desacuerdo, se comió sus quejas y simplemente acató la orden con total obediencia.

Bueno... quisiera.

Desde que llegó del aeropuerto, ha decidido no contestar la llamada de ellos por más que ellos quisieran.

Y ahora que ingresó a la academia, como su primer día, recién cayó en cuenta que se fue bien a la conchetumare.

«A dónde re chucha me vinieron a dejar.»

Encima él tenía que presentarse ante Nezu, que hasta donde tenía entendido era el director de la escuela y Kinari estaba cagándose encima porque no sabía hablar bien el japonés aún, y ya con el nombre le daba a pensar que era un tipo pequeño.

¿Por qué? Hermano-

No le pregunten por qué.

Abrió la puerta con su metro setenta sintiéndose como un metro a secas, así de pequeño. Cuando la oficina fue revelada ante sus dorados ojos, se dio cuenta que era esa entrada épica de la silla dándole la espalda a la entrada y, que cuando escucha esta ser abierta, la silla gira y se demuestra quién estaba detrás.

Que generalmente es alguien impotente, adulto, astuto-

Pero efectivamente, era un enano.

«No me wei.»

—あなたはリュカルペさんですよね? 着席してください。

(¿Usted debe ser Lycalpe, no? Por favor, tome asiento.)

Parte uno de su corazón sufriendo arritmia. ¿Dijo que se sentara, sí o no?

Esa señal que hizo con su mano fue cordial y apuntó a la silla. Tiene sus dudas.

Bueno, si el tipo no fuera educado no hubiera sido eso lo que dijo y, lo lógicamente correcto era que hubiera dicho eso. Aunque no entendió ni una mierda, se sentó en el asiento frente al escritorio de esa wea chica sin saber siquiera qué clase de roedor era.

¿Una laucha? Lo más probable.

Kon'nichiwa, wakai rikarupedesu. Tō akademī riji-chō no Nedzu tomōshimasu. Tsukarete irudesho —sonrió amable la laucha, pero Kinari había quedado en shock por un par de segundos-

「Buenas tardes, joven Lycalpe. Me llamo Nezu, director de esta academia. Debes estar cansado.」

Weón, ¿esa mierda amarilla de aparato sobre el escritorio era un puto traductor?

La wea sorprendente, hermano.

En serio.

Haha kokugo o hanasu koto o shinpai suru hitsuyō wa arimasen. Hikari sensei no hon'yaku-ki wa yori kaiteki ni komyunikēshon dekiru yō ni tsukura rete imasu —habla Nezu, y Kinari pestañea varias veces en su momento más huaso.

Saco De Wea - Sero HantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora