II: ¿Japonés o español?

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Llamada entrante:
Madre.

A la mierda. No iba a contestar.

Empezamos fuerte con ese día y eso que fue su primer día en Japón. ¿Seguía algo molesto por la gestión del viaje? Sí, pero también le estaba valiendo pico. Con sinceridad ya sabía que había sido una organización a la rápida y hecha por sus padres, así que lo cierto era que no podía esperar mucho de ellos y tampoco quería.

Tenía cosas más importantes que hacer.

Por ejemplo, buscar a este weón que se presentó ante él esa mañana y ni sabe a dónde re chucha se metió-

Sorede "Lycalpe-san", kō janaidesu ka? Anata wa kitsunedesu ka? —Le pregunta una chica de rosado. Parecía tan enérgica, cuando él lo único que quería era irse a la cama y dormir tres días.

「¿Así que "Lycalpe-san", no es así? ¿Eres un zorro?」

Asiente ante la pregunta de ella.

Shinjirarenai! Kitsune ni henshin suru nodeshou ka?

¡Asombroso! ¡¿Te transformas en zorro?

Vuelve a asentirle.

Sugoidesu ne! —exclama feliz la chica—. Tokorode,  Ashido Mina des. O ai dekite kōeidesu!

「¡Es increíble!」

「Por cierto, Ashido Mina. ¡Un gusto en conocerte!」

—El gusto es mío —dice cordial, reverenciándose ligeramente.

Yorokobi wa watashi no monodesu.

Ā, ochitsuite —le quita formalidad ella con una risa divertida—. Watashi tonara keishiki-tekina koto wa hitsuyō arimasen! 

「Ay, tranquilo」

「¡No necesitas usar formalidades conmigo!」

—Es bueno tener opciones. Gracias —dice, y ella vuelve a reírse con diversión mientras le palmeaba el hombro.

Sentakushi ga aru no wa yoi kotoda. Arigatō

Watashinonamaeha Uraraka Ochako-desu! —se presentó otra chica entonces, sonriente y visiblemente simpática.

「¡Yo me llamo Uraraka Ochacho!」

—El gusto es mío. Lycalpe Kinari.

Hajimemashite. Lycalpe Kinari-desu

Watashi wa Asui Tsuyu.

「Yo soy Asui Tsuyu.」

—Un gusto. Lycalpe Kinari.

Hajimemashite. Lycalpe Kinari-desu

Ha estado así toda la mañana.

Y por la chucha, realmente quiere hablar más, pero todo en Japón es distinto a su país. Quiere ir con calma, sin tratar de ser invasivo, sin tratar de ser introvertido. Sabía bien que los japoneses eran de una cultura generalmente respetuosa y él no quería algo ajeno a ello.

Tampoco es que lo fuera, pero podría decirse que claramente, en su primer día no se iba a sentir como en casa.

Naturalmente no po.

Ahí estaba el dilema.

Lo cierto era que estaba esperando a Hanta Sero. Ese weón se había presentado esa mañana y estaba agradecido en ese momento de que haya sido amable y empático para dejarle saber con quien debía irse luego de las clases, pues viviría como un hermano traído de la cigüeña solo que 15 años tarde.

Saco De Wea - Sero HantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora