𝒒𝒖𝒆𝒓𝒆𝒎𝒆. - 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙫𝙤𝙜𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙘

𝟓𝟐

sus ojeras delataban lo poco que había dormido, en el aeropuerto de madrid el grupo estaba en las mismas condiciones que ella, cansados pero felices.

—— che, quiero otro café. —— escuchó hablar a blas a su lado mientras ella se acomodaba aún con los ojos cerrados.

—— te acompañé hace diez minutos. —— perezosamente puso sus azules en el rizado y en un instante estuvo detrás de él caminando hacia starbucks. —— y lo peor de todo es que no estas tomando café siquiera.

se quejó a su lado y observó ordenar al chico antes de volver a sus lugares, en otra situación probablemente se estaría acurrucando a lado de enzo pero teniendo más personas presentes demostrar cariño físico con alguno de ellos a menos que sea alfonsina significaba rumores y fotos confirmando lo que sea que se invente.
a pesar del poco humor los chicos ponían sus mejores caras cada vez que alguien se acercaba a pedir una firma o algún video y mientras miraba aquella situación se dio cuenta que quizás ella no aguantaría aquello, no con cero horas de sueño, el trabajo de ellos parecía nunca terminar.

en el avión se acomodó a lado de santiago y pronto ambos estuvieron dormidos uno a lado del otro, los ángeles los esperaba y ella no veía la hora de volver a argentina.

—— ¿cómo es eso qué te volvés para argentina el jueves? —— la ronda de mate hecha por matias había comenzado después de trece horas de vuelo y en la habitación de este, malena, santi y ella presentes aunque su relación con aquella infusión nacional era nula.

—— y si, mati. se suponía que me quedaba hasta el nueve nada más. —— se estiró en el borde de la cama mientras su mano se apoyaba sobre su cabeza en una posición cómoda.

—— enzo va a querer que te quedes más.

—— ese cristiano quiere ocupar todo mi tiempo, así no puedo.

desde la sinceridad todavía tenía cosas que resolver en buenos aires, muchas cosas habían quedado al aire.

el ruido del sorbo de mate se escuchó y santi habló después.

—— qué onda eso, andan pegados.

—— por petición de él, yo les conté que quería recuperar el tiempo que anduvimos peleados. —— suspiro, a ese ritmo prácticamente habían recuperado más de cuatro meses separados. —— no me quejo pero ustedes andan de acá para allá ese trote me quita años de vida.

malena a lado de matias asintió mientras ella recibía el mate.

—— quiere recuperar la amistad o te quiere recuperar a vos. —— matias lanzó aquella pregunta como si nada y recordó la charla pendiente con él uruguayo.

—— en sus sueños seguro se le cumple. —— se levantó y después de despedirse se encerró en la habitación.
una siesta y ducha después estaba recobrando las energías que había perdido en el vuelo y con el cambio de horarios.

el mensaje a enzo se envió y después de quince minutos estuvo tocando la puerta de su habitación.

—— buen día, chiquita.

—— buen día, enzito. —— escuchar la carcajada hizo que su cabeza se moviera en negación, había pasado tiempo y todavía le hacía gracia.

—— y decime, qué charla tenemos pendiente. —— este se sentó en la punta de la cama mientras ella se quedó parada frente a él.

—— usted, señor. —— su índice apunto hacia el y termino por tomar asiento en una de las sillas sueltas de la habitación. —— se está aprovechando de mí y de mí tiempo.

intentó disfrazar sus palabras en un tono divertido pero al fin y al cabo ambos sabían que era verdad.

—— y me encanta pasar tiempo juntos, me encanta reconstruir todo lo que perdimos pero permitime dudar. —— tenía que sincerarse. —— todavía me pasan cosas con vos, lo sabés y se me nota.

enzo relamió sus labios ante su confesión y una de sus piernas se cruzó sobre la otra.

—— y no estoy pretendiendo nada, me siento más cómoda incluso como amiga. —— una mentira chiquita no iba a lastimar a nadie más que a ella misma. —— no sé cómo van las cosas con sofi o con aitana.

bromeó recordando como este había huido de aquella pregunta de prensa.

—— con sofia no tengo nada. —— el mayor se apresuró a responder. —— con aitana menos.

—— bueno pero quitando que tengas o no algo, no quiero pedir esto. —— un suspiro con pesar se le escapó. —— pero la cercanía física que tenemos todavía me afectan un poco. —— repitió y acomodó sus mechones rojos detrás de su oreja, ahora nerviosa.

—— básicamente me estas cortando las manos, ro. —— la respuesta ajena le hizo reír pero al parecer enzo hablaba en serio. —— yo sé que me las mandé contigo, lo sé.

el "contigo" enterneció su corazón.

—— pero por favor no me pidas algo que no pueda hacer, no quiero fallar, ya fallé antes y no tengo excusas. —— el muchacho entrelazó sus propias manos para después llevar estas a su cabello, no podía hacer mucho más que dejarlo hablar. —— no hay perdón que sirva, no hay perdón que alcance por más que te las repita a lo largo de toda tu vida pero por favor creeme que yo no superé ni un poco lo que tuvimos, no sé que tanto tiempo más tenga que pasar.

otro suspiro retenido salió de sus propios labios y relamio estos, estaban resecos.

—— pero si está es la única manera de tenerte cerca, de dejar que me dejes estar presente en tu vida. —— podía verse lo afligido del chico. —— no puedo pedirte ni darte condiciones, tampoco puedo darte las certezas de que no vuelva a buscarte. mentalmente lo tengo claro pero físicamente escapa de mis manos, parezco un animal diciendo esto pero eso es lo que me pasa.

no esperaba esa confesión si era sincera.

—— ¿por qué con sofia? —— la pregunta que tanto quería hacer había salido por fin de sus labios y esta vez no estaba arrepentida.

el silencio inundó la habitación y sus respiraciones se escuchaban apenas.

—— no sé. —— vio que cerraba los ojos y pensó que el silencio otra vez sería la respuesta. —— supongo que lo familiar, la fama a veces saca lo peor de uno, me pasó a mí y me arrepiento tanto.

sabía que estaba siendo sincero.

—— no porque no la quiera, la quiero, fue una gran compañera pero la verdad es que te quiero a vos y sé que es contradictorio. —— la voz apagada de él hacia estragos en su corazón. —— y todavía te sigo queriendo. me arrepiento de todo menos de lo que pasó entre nosotros.

y quizás esa era la respuesta y palabras que quería escuchar, lo que quería saber desde el comienzo pero se conocía y sabía que él también, aquello era una confesión de amor pero no otra oportunidad.