𝒒𝒖𝒆𝒓𝒆𝒎𝒆. - 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙫𝙤𝙜𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙘

𝟗𝟏

enzo vogrincic se alejará del cine al menos dos años.

"Para mí no deberían decirse los nombres de los actores, siempre son personajes que aparecen y ya, pero bueno, vivimos en un mundo de estrellas y premiaciones, las cosas se mueven en la industria y hay que fomentarlo; uno termina cayendo en las redes, no puede evitarlo, pero si pudiera elegir algo, sería invisibilidad total"

enzo le había dado la noticia que por un momento la dejo boquiabierta, parada en aquella cabañana a la mitad de la sala y es que el mayor se había bajado del proyecto que, se supone, compartirían en unos meses y su única explicación era que preferia ir de la misma manera que hace unos meses, el anonimato y explorar cosas nuevas.

—— no te voy a dejar sola. —— enzo repitió, acomodando sus manos sobre su cintura y acercandola más a él.

—— sí. —— murmuró desde su lugar, entre el medio de sus piernas parada frente a él.

-—— ¿vos leíste el guión?

tenía un punto.

—— ¿y por qué aceptaste primero?

—— por qué aceptaste vos. —— el mayor preguntó alzando sus cejas y su rostro reveló la diversión.

—— por la experiencia. —— se excuso y la carcajada salió de él, estirando su cuerpo de paso terminando sentada en sus piernas.

—— todavía tenes la oportunidad de darte de baja. —— este rozó la punta de su nariz con la de ella y rodó sus ojos.

—— lo voy a pensar. —— murmuró sobre sus labios y entre las montañas y el mar, los días en bariloche terminaron solo para volver a la caótica ciudad de buenos aires, juntos.

rocio no había pisado el lugar que solían compartir, era juana la encargada de hospedarla y la noche de amigas comenzó con la confesión.

—— por favor no me digas que si porque te arranco todos los pelos. —— juana fue la primera y ella no pudo hacer más que morder su labio inferior.

—— estamos en conversaciones. —— sonrió y estiró sus brazos sobre su propio cuerpo, arrugado su nariz.

—— no apredés más.

—— dejala. —— bianca la defendió mientras la abrazaba por detrás y temrino de recostar su cuerpo sobre el de la rubia.

—— yo también te extrañe, juana. —— apoyó las manos sobre el brazo que rodeaba su cuerpo y casi a las cuatro de la mañana el sueño las venció solo para sumergirla en aquellas imágenes hechas por su cabeza.

la sensación de flotar le causaba terror, todo se veía iluminado, nublado como si se tratara de una nube debajo de sus pies, rodeandola, y cuando sus orbes se hicieron hacia abajo en busca de estos se encontró con algo que no la dejaba ver, un vientre abultado y seguido el extraño movimiento dentro de su cuerpo le hizo saber que se trataba de un embarazo, su embarazo.
el miedo volvió a atraparla y sus manos se posaron sobre aquella zona de su cuerpo que desconocia y detrás de sus oídos, suaves pero rápidos latidos aparecían, no eran de ella, ¿de quién?

—— es de él.

la voz de enzo apareció y al costado de su cuerpo él.