se miró al espejo por quinta vez en el lapso de diez minutos, acomodaba la blusa y miraba su cabello, en un acto de impulso nervioso sus dientes atrapaban la uña de su dedo pulgar mientras caminaba por el pasillo de su departamento quedándose estática cuando el timbre sonó.
—— voy. —— sus pies descalzos sonaron apenas contra el suelo de madera y soltando un suspiro cargado de nervios abrió la puerta esperando ver al uruguayo pero se encontró con la vecina del 5to b.
la charla duró más de diez minutos y el reloj en su muñeca dejó ver que el muchacho llegaba tarde, ¿si no venía? qué tanto le preocupaba, qué tanto esperaba.
su mano empujó sin ganas la puerta mientras daba media vuelta esperando a escuchar el suave portazo.—— tenés que recordar que acá hay más locos sueltos que en buenos aires.
la voz de enzo se escuchó y aún de espaldas a él intentó borrar aquella sonrisa traicionera que delataba lo ansiosa que estaba por verle.
—— sí, sos uno que está invadiendo un inmueble sin permiso.
—— ¿puedo pasar? —— el lado educado del mayor apareció y aquella sonrisa que marcaba sus oyuelos también.
—— pasá. —— se había quedado en el mismo lugar y él era quien se acercaba.
—— no sé puede creer la forma en la que tratás a tus invitados. —— soltó una carcajada y apenas dio un par de pasos para encontrarse con él, el beso en la mejilla se sintió extraño. —— tampoco en la forma que cerrás la puerta, ¿no le pones alguna cosita? ¿una llave?
—— te recuerdo que veniste porque me rogaste para hablar.
—— cierto, cierto. —— la sonrisa del mayor no se borraba y a pocos centímetros se sentía aquella tensión, la conocía y los nervios la invadieron. —— no tengo nada para refutar.
sus ojos rodaron ante su respuesta y las sonrisas poco a poco se borraron, la charla que había quedado meses atrás en el aire estaba ahí frente a ella y sin empezar ya se sentía en desventaja.
un suspiro pesado llego a sus oídos, pudo ver las manos de enzo recorriendo sus propias piernas y como su boca después se abría intentando buscar las palabras.
—— yo... —— la pausa llegó más rápido de lo que esperaba. —— yo creo que ya estuvimos en esta situación antes, esta conversación ya pasó pero esta vez no encuentro adjetivos y tampoco el nivel de gratitud que siento por tener esta oportunidad.
mantener la mirada sobre él era difícil, no sabía dónde mirar y es que no podía mentirse ni mentirle, su corazón todavía era de él y tenía miedo de que lo descubra.
—— porque pensé que no iba a verte nunca más, te escondiste de mí y es completamente válido después de todo el tiempo que quiera o no, sufriste a mi lado y es algo que no puedo terminar de aceptarlo en parte. —— la voz era calma pero en aquel segundo que miró sus marrones pudo percibir la culpa. —— las cosas que dije, lo poco que realmente intenté me están pasando factura, todavía. no supe manejar la situación, defraude la relación y la culpa recayó sobre vos y no hice nada, no sé... —— la mueca apareció y ella sentía como su garganta se cerraba, ardía y todavía no había hablado. —— no sé cómo pedirte perdón, estuve meses teniendo esta conversación conmigo mismo y ahora simplemente me pasa algo acá.
la derecha de este viajo a su propio pecho, señalando el mismo lugar que comenzaban a doler en su cuerpo. estaban iguales.
—— la palabra perdón me queda chica, ¿verdad? —— una sonrisa se plasmó sobre su rostro, una expresión llena de profunda tristeza. —— pero si vine hasta acá necesito decirtelo.
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𝒒𝒖𝒆𝒓𝒆𝒎𝒆. - 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙫𝙤𝙜𝙧𝙞𝙣𝙘𝙞𝙘
Romanceㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ ❛❛ 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑚𝑒ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ te creo, pero, quereme ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ hasta que 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒖𝒆ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙚𝙢𝙚 ❞