Golpe

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Después de un emocionante recorrido por el parque, Kagami y Félix finalmente se detienen y se sientan en una banca mientras ríen un poco.

Kagami: -Eso fue realmente divertido, Félix. No puedo recordar la última vez que me divertí tanto corriendo como una niña por el parque-

Félix: -Lo mismo digo, Kagami. Nunca pierdes tu habilidad para sorprenderme y hacérmelo-

Kagami: -Me gusta estar a tu lado, Félix-

Félix: -Gracias por enseñarme esgrima-

Kagami: -Gracias a ti, Félix, por estar siempre dispuesto a aprender y crecer juntos. Además te lo debía por enseñarme montar a caballo-

Félix: -Supongo que estamos en deuda el uno con el otro entonces. Aprendemos juntos, nos apoyamos mutuamente y nos desafiamos a crecer cada día. Es lo que hace que nuestra relación sea tan especial-

En ese momento, mientras intercambiaban miradas cómplices, un repentino golpe de viento agitó las hojas de los árboles cercanos, creando una melodía suave que acompañaba su conversación. Kagami se estremeció ligeramente ante el cambio repentino en el ambiente.

Kagami: -¡Vaya! Eso fue un golpe de viento inesperado-

Félix: -Sí, parece que el clima está cambiando rápidamente. Tal vez deberíamos considerar irnos antes de que nos sorprenda un viento fuerte-

Decidieron levantarse de la banca y comenzar a caminar hacia la salida del parque. Una vez fuera del parque, decidieron dar un paseo por las calles cercanas, disfrutando del aire fresco y del ambiente relajado de la tarde. Conversaban animadamente mientras caminaban, compartiendo anécdotas y planeando futuras aventuras juntos.

Kagami: -Fue un día maravilloso, Félix. Gracias por compartirlo conmigo-

Félix: -El placer es todo mío, Kagami. Siempre disfruto de nuestra compañía y de nuestras pequeñas aventuras juntos-

Kagami: -Me siento afortunada de tenerte a mi lado, Félix. Eres una parte invaluable de mi vida-

Félix: -Y yo me siento igualmente afortunado de tenerte en la mía, Kagami-

Mientras seguían caminando, un repentino golpe de lluvia los sorprendió, haciendo que Kagami y Félix corrieran hacia el refugio más cercano. Se metieron bajo el toldo de una cafetería cercana.

Kagami: -¡Qué golpe de lluvia tan inesperado!-

Félix: -Sí, pero al menos nos dio la oportunidad de refugiarnos y disfrutar de un momento más juntos-

Kagami: -A veces, los mejores momentos surgen de los giros inesperados de la vida, ¿no crees?-

Félix: -La lluvia puede ser un recordatorio de que debemos apreciar cada instante que pasamos juntos, sin importar las circunstancias-

Sus manos se encontraron sobre la mesa, entrelazándose con ternura. A pesar del golpe repentino del clima, el calor de su conexión seguía siendo constante y reconfortante.

Kagami: -Y no importa cuántos golpes nos dé la vida, siempre estaremos juntos para enfrentarlos. Somos como ese refugio en medio de la tormenta-

Félix apretó suavemente la mano de Kagami, expresando su compromiso con un simple gesto.

Félix: -Siempre estaré aquí para ti, Kagami. Juntos, podemos superar cualquier golpe que la vida nos lance-

Kagami se sumergió en el momento, sintiendo como si el tiempo se hubiera detenido solo para ellos dos. La sinceridad en las palabras de Félix resonaba en su corazón, llenándola de una sensación de seguridad y amor inquebrantables.

Kagami: -Gracias, Félix. Saber que siempre puedo contar contigo me da la fuerza para enfrentar cualquier desafío que se cruce en nuestro camino. Eres mi refugio-

Félix: -Juntos, somos invencibles. Nada ni nadie podrá separarnos-

El tiempo pasaba, pero para Kagami y Félix, ese momento de calma y conexión era eterno. Sabían que, pase lo que pase, siempre tendrían el uno al otro, listos para enfrentar juntos lo que la vida les presentara.

Mes FeligamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora