Libres

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En una noche estrellada, Félix y Kagami se encontraron en un rincón tranquilo de París. Ambos estaban viendo las estrellas tomados de las manos.

Kagami: -Que bien se siente sentir libertad-

Félix: -Sí, es como si el universo nos recordara que somos libres de ser quienes queramos ser. Mi padre nunca me dio está libertad, pero mi mamá me da el doble de libertad. Bueno, aunque si se preocupa por mí, pero me da mi libertad-

Kagami: -Es maravilloso tener alguien que te entienda y te apoye, incluso cuando las personas que deberían hacerlo no lo hacen. Me alegra que tengas a tu mamá a tu lado-

Félix: -Todos tienen ahora su libertad, incluso los kwamis la tienen ahora-

Kagami: -No me quiero ni imaginar cómo los trataba Gabriel Agreste-

Félix: -Ni yo, pero al menos ahora los kwamis libres y ahora están con cada portador-

Kagami: -Sí, es un alivio saber que ahora están junto a sus portadores, compartiendo una relación más equilibrada y respetuosa-

Kagami se recuesta en el pecho de su novio. Félix acaricia suavemente el cabello de Kagami mientras observan juntos el cielo estrellado, disfrutando del momento de paz y libertad que comparten.

Kagami: -Te amo, Félix-

Félix: -Y yo a ti, Kagami. Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío que la vida nos presente-

Ambos: (Ambos se miran) -Y siempre juntos-

En ese momento, un destello brillante iluminó el cielo, captando la atención de Félix y Kagami. Intrigados, ambos se sientan y observaron cómo una estrella fugaz trazaba su camino a través de la oscuridad, dejando un rastro de luz que se desvanecía lentamente.

Kagami: -Dicen que cuando ves una estrella fugaz, puedes pedir un deseo y se hará realidad. ¿Qué deseas, Félix?-

Félix tomó la mano de Kagami con ternura y miró profundamente sus ojos.

Félix: -Mi deseo ya se ha hecho realidad al tenerte a mi lado, Kagami. Pero si debo pedir uno, deseo que nuestro amor sea eterno y que siempre podamos enfrentar juntos cualquier desafío que nos depare el destino-

Kagami: -¡Oww, Félix! Tú siempre sabes qué decir para hacer latir más fuerte mi corazón, Félix- (Besa la mejilla de su novio) -Entonces, que así sea. Que nuestro amor sea eterno y que siempre estemos unidos, superando juntos cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino-

Félix: -Así será, mi Reina. Hoy y siempre-

El dulce apodo de Félix hizo sonreír a Kagami con ternura mientras apreciaba el amor y la determinación en sus palabras.

Se acercaron y se dieron un suave beso, sellando su compromiso mutuo de amor eterno y apoyo inquebrantable, en ese momento, el universo parecía estar en armonía con su amor, mientras se besaban con ternura, sabiendo que juntos podrían superar cualquier desafío que la vida les presentara.

Fin

🦋Muchas gracias por el apoyo que le dieron a esta historia Feligami, me gusto hacer esta historia de Feligami🦋

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