— Ran... — Shinichi tenía a Ran frente a sus ojos, ella había abierto la puerta cuando él se dignó a tocarlo. Ran parecía bastante normal, si bien puso una mueca de sorpresa no llegó al enojo. — Ran... Tenemos que hablar.
— Supongo que si...
La tarde se estaba haciendo presente, ambos jovenes estaban en el mismo parque en el que se separaron tratando de comenzar de cero. Ran estaba mucho más calmada, parecía decidida con lo que diría — Todo este tiempo me dediqué a reorganizar mis sentimientos con respecto a Conan...y tú. Aún me está costando saber que le pequeño niño que le dediqué muchas horas de mi tiempo para que se sintiera cómodo en mi casa no existiera y en cambio te tengo a ti... Una versión tan distorsionada de lo que alguna vez fue el gran detective Shinichi Kudo. Tal vez se escuche cruel, pero, realmente lo veo así... Ya no me brindas esa admiración que alguna vez me mantuvo en pie y me permitiera enamorarme de ti... se que... quieres disculparte con todo lo que ocurrió y que de seguro me explicarás los motivos... te escucho. — Y así fue, Shinichi no omitió ningún detalle con la organización de negro. Desde el día del parque de diversiones hasta la actualidad, cada vez que iba avanzando la historia Ran se sorpredía, cada vez más sintiendo compasión. Shinichi mantenía un nudo en la garganta al hablar pero no se detendría. — Shinichi...Yo... lo lamento tanto.
— Solo espero que me perdones Ran, lo hice para protegerte, te matarían...Necesitaba acercarme de alguna forma sin dañarlos a ustedes. Hoy en día esos hombres me siguen buscando y no se por qué si se suponía que todo estaba zanjado, tengo miedo, tengo miedo de que te hieran Ran... y no podía seguir posponiendo nuestra charla. Se que tenía que darte tu tiempo pero es de lo que menos dispongo, no, nunca dispuse de tiempo. Siempre estuve al tanto día y noche de esos hombres y ahora solo me están dando más problemas. Perdón por todo, perdón por fallarte, perdón por decepcionarte.
— Un perdón no sirve sin hechos Shinichi, tu más que nadie lo sabe... Ya no te veo con los ojos de enamorada, porque si... me gustabas, pero ahora... Ahora... Solo siento lastima por ti Shinichi. Necesitas ayuda que yo no puedo brindarte. De algo si estoy dispuesta. Si tengo que esconderme lo haré, si tengo que ayudarte con algo que este a mi alcancé también lo haré para que te puedes librar de esos hombre, pero luego tomamos caminos separados.
Mentira sería decir que no le dolió, al contrario, le dolió tanto que le estaba siendo difícil aguantar las ganas de llorar, sin embargo, no lo hizo. Se tragó todo sentimiento inoportuno a la charla y mantuvo su mirada de frente, sabiendo que más tarde le pasaría factura, seguía siendo humano.
Que su amiga de la infancia haya dicho que había estado enamorada de él por años le había terminado de matar. También había sentido esa conexión con ella y por ese motivo ocultó por tanto tiempo lo de Conan. Ahora se sentía más solo, abandonado. Al final habían quedado en que seguirían siendo amigos y que si Ran necesitaba esconderse o necesitaba de su ayuda ella iba a estar dispuesta.
Unas semanas después se había enterado de que Ran había encontrado una pareja, Araide... Si, ese mismo. Ya no esta en el derecho de reclamarle o criticar su relación cuando él fue la persona que la dañó más, Araide al menos no le haría lo mismo que Shinichi le había hecho. Tuvo que comerse el hecho de ver a la persona que le gustaba con otra, ese era su castigo.
Por otra parte, había tenido más comunicación con Kuroba Kaito, no tenían muchas cosas en común pero le hacia reír algunas veces, Heiji había estado ayudando para recaudar información desde la ultima aparición de Kid y un día cualquiera recibió un llamado de su amigo.
— "Hey, amigo ¿Que tal?"
— ¿Qué pasó cabezón?
— "¡Oye! bueno no importa. Encontré una información que te harás pipí ahí mismo."
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Esperanza podrida
FanficKaito Kid logra conseguir a Pandora, esto supondría el fin del ladrón pero Pandora no era lo que se decía. Ahora sus problemas tomaron un rumbo más peligrosos y ya estaba exhausto de su tan extraña vida. Al menos un detective se niega a alejarse de...