I. Noche De Tratos Con Demonios

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───"Aun si voy por valles tenebrosos, no temeré ningún mal porque tú estás a mi lado; tu vara y tu bastón me reconfortarán". ───Pronunció mientras enrollaba delicadamente el rosario entre sus dedos.

La tarde cerca del inicio del año se asomaba y el pastor anunció que los demonios estarían inquietos por hacer su aparición sobre los seres más débiles, sin embargo, Jungkook no esperó tener que enfrentarse a una situación tan personal esa noche.

Su hermana fue engatuzada por un demonio, este debió ser invocado de alguna manera. Sus padres lo llamaron cuando estaba haciendo sus deberes cotidianos para pedirle ayuda. Hace un tiempo se había ido de casa y la llamada fue realmente extraña.

Al cruzar el umbral de su antigua casa se dio cuenta de que algo malo estaba pasando, tocó las paredes y respiró más agitado con cada paso hacia la habitación de su hermana.

───¡Jungkook! ───Su madre se aproximó cayendo en sus brazos mientras lloraba. ───Ayúdala, por favor. ───Sollozó.

El azabache la sostuvo y por el rabillo del ojo se dio cuenta de la figura postrada en la cama. La presencia era poderosa y estaba extrañamente atada al cuerpo de su hermana.

───Salgan de aquí. ───Ordenó.

Su madre asintió y se deslizó fuera de la habitación junto a su padre, quien la esperaba sentado en las escaleras para rezar. Jungkook cerró la puerta y apretó el rosario entre sus manos. Le dio un vistazo al cuerpo de su hermana, su tez era pálida como la nieve y las sombras de su cara eran entre verdosa y moradas, labios secos, pero aún respiraba. Un aspecto de posesión.

Jungkook caminó pacíficamente alrededor, la presencia se hizo cada vez más densa mientras más observaba. Se sentó en la orilla de la cama y acarició las manos de Yeji.

───In nómine Patris et Fílli et Spíritus Sancti. ───Tocó la frente de su hermana dibujando una cruz imaginaria. ───Amen.

Automáticamente el ambiente se volvió aplastante. Un demonio. Fuerte, lo suficiente para poder aparecer en una forma humanoide.

El azabache abrió los ojos con tranquilidad, supo que no podría hacer que el demonio se fuera sin ofrecerle algo a cambio. Giró directamente hacia la figura parada a su lado. Era un hombre de cabellos negros como la obsidiana y ojos del mismo color, tez pálida y figura prominente, miraba al exorcista con cierta sorna, sus colmillos blanquesinos se asomaban mientras se inclinaba sobre el humano.

───Tu energía. ───Olfateó sobre el cuerpo de Jungkook. ───Es fuerte. Fuerte como la de un ángel... como la de un serafín. ───Lo escuchó murmurar en su oído. Jungkook lo miró por debajo de sus pestañas. La voz grave y escalofriante del demonio siguió murmurando cosas a su alrededor sin detenerse.

El demonio paseo por la habitación, esa aura asfixiante hizo que Jungkook tuviera dificultad para respirar, estaba tratando de asustarlo. La energía de Jungkook no titubeaba y eso provocó que el demonio quisiera demostrar más su fuerza, pues el humano ni siquiera pestañeó ante él.

───¿Mi energía? ───Finalmente preguntó poniéndose de pie, inclinó la cabeza hacia abajo, no porque tuviera la intención de no mirar al demonio, si no porque quería esconder la sonrisa ligera que surcaba sus labios. ───Esta niña, ¿por qué has poseído su cuerpo? ───Se giró para encarar al demonio que lo miraba desde la otra orilla de la cama.

───Me ha llamado para llevarla conmigo. ───Respondió envolviendo su larga mano en la pierna de Yeji.

Jungkook frunció las cejas, no sabía que su hermana estaba tan desesperada. Ella estaba atravesando un proceso de cuidado por su leucemia, había estado depositando dinero durante meses para que sus padres pagaran el tratamiento luego de que lo expulsaran de su propia casa por su trabajo. Sabía que el tratamiento era doloroso, pero ¿realmente ella prefería la muerte?

The Exorcist ¦ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora