IX. Ghoul Pt. 2

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Tosiendo y estornudando empacó lo necesario para un viaje en auto de 4 horas. Primero se tomó una pastilla, solo una, tampoco quería que la policía lo parara por conducir drogado.

Luego, revisó su correo, al parecer la policía ya había puesto bajo arresto a dos adolescentes, uno de 23 y el otro de 22 que fueron reportados como sospechosos. Los investigadores le enviaron fotos de los lugares donde los jóvenes se reunían, no había rastro de otro cadáver, pero uno de los vecinos que los reportó dijo que los había visto regresar muy tarde por la noche el mes pasado y que siempre llegaban a altas horas de la noche entre semana. Hoseok debía estar muy feliz con las declaraciones.

Cuando sintió que podía respirar con normalidad y se tomó al menos tres tazas de té caliente, tomó las llaves del auto y se tumbó en el sofá. Esperaría a Taehyung un poco más.

Analizando su desempeño de los últimos meses, se dio cuenta de que los demonios fuertes aparecían con más frecuencia. Él no tenía apoyo, tampoco se rebajaría a pedir un equipo o la iglesia empezaría a dudar de su desempeño. Su única salida, era Taehyung y su desencadenado deseo por su energía. Debía jugar bien sus cartas mientras aún podía.

Así fue como intentando leer un libro sobre lugares turísticos, se quedó dormido sobre el sofá. Sin embargo, no duró mucho. Sintió las protecciones de su departamento temblar y supo que Taehyung estaba de vuelta.

Abrió los ojos lentamente y encontró al demonio vagando cerca de su valija en la entrada.

───Iré al templo de Paymond. ───Le avisó, levantándose del sillón.

Taehyung no se vio sorprendido, se acercó a él y dijo:

───El templo de Paymond es un buen escondite para un ghoul, bien pensado.

Jungkook asintió, viendo al pelinegro caminar hacia el balcón. Apretó los labios. Pedirle que lo acompañara seguro contaba como un favor.

Acarició el rosario en su cuello y lo desenganchó. Este rosario había sido su arma durante la gran parte de sus años como exorcista, pero ahora tendría una nueva arma.

───Taehyung. ───Llamó al demonio que se apoyaba en el barandal para ver el ocaso, este se giró, analizando curiosamente el rosario en su mano. Jungkook se fijó en sus ojos exóticos cargados de grumosa oscuridad, podía ver su reflejo perfectamente. Cuando le diera el rosario no habría vuelta atrás, Taehyung no entendería la importancia de recibir este objeto de su parte, pero de todas formas iba a recibirlo. El exorcista extendió el rosario en su palma. ───Te otorgo este rosario. ───Empezó. Taehyung pestañeó confundido, pero aún así estiró los dedos para ponerlos sobre la palma, desconfiadamente. ───Este objeto lleva consigo una mínima parte de mi energía y si lo aceptas llevará una mínima parte de la tuya. ───Puso el rosario sobre la mano de Taehyung y lo obligó a cerrarla. ───A partir de ahora te has convertido en su dueño. ───Dejó caer las manos a los lados de su cuerpo, sintiendo el metal deslizarse de su tacto. ───El uso que le darás solo tú lo decides.

Qué uso podría darle un demonio, realmente no quería pensarlo. Pero cuando pensaba en Taehyung, no veía una bestia tonta y salvaje, Taehyung era un demonio inteligente y tal vez no usaría el rosario para ocasiones que no lo ameritaban.

───¿Qué es esto? ───Taehyung rascó la cruz carmesí que colgaba del rosario. ───Pesa más que antes.

--Pesa más porque ya ha tomado una pequeña parte de ti. Piénsalo como una caja fuerte, cuando te falte fuerza, él te la devolverá. ───Explicó, caminando de regreso a la entrada de la puerta.

Taehyung desenrolló el rosario de su mano y lo puso alrededor de su cuello. Luego captó el movimiento de Jungkook y resopló al verlo girar hacia él con la mirada suplicante.

The Exorcist ¦ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora