VI. Las Razones Del Alma

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Por muy ágil que se considerara Jungkook, nunca podría igualar la rapidez de un ser sobrenatural. No consideró esto cuando terminó el conjuro y se tomó un momento para respirar.

El cuerpo se veía mucho mejor que antes, sin embargo, todavía estaba esa incomodidad alrededor. Jungkook se percató de que el demonio aún seguía dando vueltas cerca. Se suponía que tenían un trato, pero justo como esperaba no le haría caso.

Exhaló por la nariz, se quitó los guantes y utilizó el rosario para escudarse. Le hubiese gustado no tener que pelear con un demonio de rango medio cuando su energía aún estaba recuperándose de la paliza que le dieron en la convención.

Iba a utilizar una oración auxiliar cuando escuchó un susurro escalofriante tras su hombro.

───Yeji. ¿Quién es ella? ───Una voz rasposa atravesó su sistema nervioso, la luz de la habitación explotó sobre su cabeza y aun así no pudo moverse. ───Escucho la voz de una niña llorando en un rincón de tu mente.

Jungkook pasó saliva, esta clase de demonios podían jugar con su mente fácilmente. Y este demonio en específico podía ver sus pensamientos superficiales. Tenía que tener cuidado con lo que pensaba.

───¿No deberías irte? ───Soltó una vez su escudo se recompuso. ───Pensé que teníamos un trato.

El sucio demonio se carcajeó con esa voz raposa, estaba en su forma incorporea, cosa que ha Jungkook le resultó aún más molesto. Un demonio de rango medio podía adquirir una forma no corporea o su forma real, por esa razón necesitaban un contenedor humano.

───Cómo podría dejar ir esta oportunidad.

Repentinamente, Jungkook fue empujado en la oscuridad por una fuerza sobrenatural. No se lo esperaba. No pudo prever su estrepitosa caída, se golpeó la cabeza con una manija de las cajas de metal, un líquido resbaló por su nuca, pero a pesar del dolor se levantó y usó su energía para ver alrededor.

Podría pulverizar una presencia, pero necesitaba tenerlo cerca para captar su ubicación. Su energía ya no podía actuar como una ola expansiva estando desgastado físicamente.

───Por qué no usas tu forma real conmigo. ¿Es por eso que te quedaste? ───Acusó mirando algún punto fijo en la oscuridad. ───Porque tu rango es tan bajo que estás desesperado por energía. Necesitas actuar como una sanguijuela-

Los vellos se le erizaron cuando una sombra tan oscura como el carbón lo estampó contra un cajón de metal, sujetándolo del cuello.

───El demonio que te acompaña. Hueles como él... y sigues vivo. ───Murmuró cerca.

Jungkook apretó el rosario y se concentró en agrumar toda su energía para pulverizar al contrario, antes de que muriera de asfixia... Necesitaba tiempo.

───¿Acaso él es la sanguijuela? ───Rio.

El exorcista inconsciente de las palabras de la presencia siguió resistiendo y pataleando para soltarse o al menos no quedar inconsciente pronto.

Cada vez que peleaba contra un demonio era como una puesta, estaba apostando su vida constantemente. De la misma forma, siempre necesitaba algo de suerte o gracia divina para sobrevivir.

Fue un segundo después que la puerta de cristal se estrelló haciendo un ruido terrible. Jungkook no había logrado aglomerar suficiente energía, sin embargo, podía servir para herir al demonio. Mas no fue necesario su intento, porque su trasero golpeó el suelo una vez Taehyung entró a la habitación. La sombra desapareció en la oscuridad, esfumándose en un segundo como si nunca hubiese estado allí desde un inicio. El único rastro que dejó fueron sus dedos marcados en el cuello blanquecino del exorcista.

The Exorcist ¦ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora