El Árbol de Sitne resplandecía con sus hermosas hojas anaranjadas, después del domo, eso era lo más resaltante. Ver aquel árbol frondoso me llenaba de paz y buenos recuerdos.
Comenzaría Julio en unos días, lo que significaba que pronto tendría 11 años. No podía creer lo rápido que había pasado los meses, aún conservaba los recuerdos del 11 de Julio del año pasado. Cumpliría un año desde mi llegada a Sitne. Sentarme allí me hacía recordar todo eso, comenzando con la destrucción de mi hogar y terminando con mi nueva familia.
Cerré los ojos para relajarme en medio de aquel cálido día. Mis manos jugueteaban con mi brazalete, sabía que Dylan estaría orgulloso al saber que no me lo había quitado (como lo prometí). Y, tal como me pidió, me había mantenido a raya con mis aventuras, me había cuidado por él, por mi hermano y por mí.
- ¡Annie!
Abrí los ojos solo para ver que, en la entrada de la casa, estaba aquel chico de cabello marrón muy oscuro y ojos negros, mi hermano. Le sonreí.
- ¡Vamos, ya todos están desocupados!
- Es hora - Murmuré.
Rápidamente, me levanté, corrí hacia la casa, fui directo a la habitación de Nala y, de debajo de la cama, saqué una cajita. Con una gran sonrisa, bajé a la sala llevando la cajita en mis manos.
Al entrar en el lugar, ví que ya todos estaban allí. Milo se había sentado junto a Nala, Ryder estaba del otro lado sentado al lado de Dana, Andrew se mantenía de pie cerca de la ventana y, no muy lejos de él, estaban Better y Force. Así que me quedé de pie en medio de todos, lo que hacía que las miradas se clavaran en mí.
- Muy bien, Annie, ya estamos todos - Me dijo Andrew - Dinos qué elegiste.
- En realidad... aún no me he decidido.
Fue prácticamente la misma reacción en todos: Se llevaban una mano a la cabeza o negaban con la cabeza. Milo hizo las dos cosas.
- Anneliese, te lo dijimos hace un mes - Recordó Andrew - Lo suficiente para que lo pensaras.
- Lo sé, pero no pude elegir - Bajé la mirada - Hay planetas asombrosos con muchas cosas que quiero conocer y ver. Por eso hice está cajita.
- ¿Qué hay en la caja? - Me preguntó Nala.
- Muchos papeles y, en cada uno, escribí el nombre de un planeta, así elegirá la caja y no yo.
- Es una mala idea - Susurró Andrew.
- Espera ¿Escribiste todos los planetas? - Me preguntó Ryder con preocupación.
- No, tranquilo - Le sonreí -Sé que está prohibido entrar o salir del "Planeta Oscuro", no lo coloqué.
- Además de Noche...
- Sí, los coloqué todos, Ryder.
- Bien, no hay nada peor que eso - Afirmó Ryder - Adelante, saca el papel que quieras, Annie.
- Sigo pensando que es una mala idea - Volvió a susurrar Andrew, solo no le presté atención.
Este era mi regalo. Me llevarían de viaje a cualquier planeta (ya que no había salido de Sitne desde el Torneo) y yo debía elegir cuál. Había investigado cada planeta, destruido o no, y ahora estaba lista para sacar cualquier papel.
Dejé la cajita en la mesita del medio, luego metí mi mano y saqué el papel doblado. Me sentí emocionada.
- Un momento - Me detuvo Andrew - ¿Qué pasaría si sale La Tierra?
- Pasaré unos días como si estuviera en mi anterior hogar y todo terminaría con un pastel real - Recalqué - Uno hecho de harina de trigo porque no tengo ni idea qué le echan a su pastel, aunque admito que es delicioso.
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El Planeta Poderoso #2
Science FictionMentiras, poderes, descubrimientos... Sabía que mis aventuras no habían acabado, sabía que quería conocer el Universo, pero no sabía que eso no sería tan perfecto como esperaba. Debí suponerlo, nadie es perfecto, ni siquiera ellos... Ahora yo, Annel...