Ni Alez ni Sol se creían lo que veían allí, no solo eran un par de Kesh sino también 3 huevos en perfecto estado. Él parecía sumamente alegre y quería tocarlos, pero Aurora estaba muy seria y no se lo permitía por más que Andrew tratara de convencerla.
Por otra parte, Ryder miraba a todas partes con muchas ansias, como si buscara algo. Quería preguntarle qué buscaba, así que me acerqué a él. Se tomó varios segundos antes de darse cuenta que yo estaba junto a él.
- ¿Quieres recorrer la isla, Annie?
Asentí con emoción, entonces lo tomé de la mano y comenzamos a caminar. Los demás no nos prestaban atención, por lo que no hubo que dar explicaciones sobre adónde íbamos. No tenía dudas, él había dicho que había venido muchas veces, deduje que sabía hacia donde caminábamos.
Me gustaban los árboles, se veían sanos, y los arbustos estaban perfectos, eran de un verde brillante. Todo aquí parecía perfecto y lo mejor era el aire.
Miré a Ryder, quién seguía ansioso buscando algo que realmente quería encontrar, solo que yo no sabía qué era. Nos detuvimos cerca del borde y fue porque yo me estuve, no quería mirar hacia abajo, hacia el mar, o me daría un ataque de Acrofobia.
Sin embargo, Ryder no dijo nada, simplemente comenzamos a caminar hacia la derecha. Yo no lo solté y lo miraba con tristeza, no entendía porque estaba tan distraído y súper ansioso.
De repente, se detuvo y una sutil sonrisa se asomó por su rostro. Volví mi vista hacia el frente. Había una joven sentada bajo la sombra de un árbol con un libro en sus manos, parecía muy interesada en su lectura que ni nos prestaba atención. Era de piel clara y cabello marrón rojizo, bastante largo y ondulado de forma muy simétrica.
Ryder dió unos pasos hacia ella, así que yo también caminé junto a él. Lo vi en su mirada y noté que encontró lo que buscaba, aunque yo no tenía ni la menor idea de quién era ella. Pero él no estaba muy seguro de cómo proseguir, entonces primero se aclaró la garganta.
Ella debió escucharlo porque inmediatamente volteó hacia donde nosotros estábamos parados. No sé esperaba nuestra llegada, se veía muy impactada al vernos.
- Hola, Ary - Se animó a decir Ryder
- ¿Ryder? ¿Qué... haces aquí? - Era facil de leer su rostro: Estaba muy sorprendida.
- ¿No estás feliz de verme? - Le preguntó con cierta tristeza.
Ella dejó el libro de lado, se levantó y fue a abrazar a Ryder. Él me soltó un momento para abrazarla de vuelta, de una forma que mostraba muchos sentimientos, sobretodo cariño. Ahora que la veía bien, vi sus brillantes ojos azules, como los de Alez, y era casi tan alta como Ryder.
Permanecieron así, abrazados, unos largos segundos hasta que ella decidió separarse de Ryder. Parecía apenada por ese momento, solo que él le sonreía alegremente.
Ella lo miró un rato, pero no dijo nada. Se volvió a su lugar y tomó su libro, lo sostenía sin abrirlo. Él se atrevió a acercarse a ella y sentarse a su lado, yo no me quedaría ahí parada, por lo que también me acerqué a ellos y me senté con ellos.
- ¿Quién es la niña, Ryder? - Le preguntó mientras me miraba dulcemente.
- Soy su hermana - Ryder se rió por lo bajo.
- He visto fotos de Riley y tú no te pareces a ella - Me dijo sonrientemente.
- No es literal - Dijo Ryder apoyándome - Su nombre es Anneliese.
- ¡Qué precioso! Me encanta tu nombre.
- Pues, cuando tengas una hija, colócale ese nombre - Le sonreí.
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El Planeta Poderoso #2
Science FictionMentiras, poderes, descubrimientos... Sabía que mis aventuras no habían acabado, sabía que quería conocer el Universo, pero no sabía que eso no sería tan perfecto como esperaba. Debí suponerlo, nadie es perfecto, ni siquiera ellos... Ahora yo, Annel...